La primera puerta que decía aula 22 no la abrí

Sobre Ruedas
La primera puerta que decía aula 22 no la abrí, me deje llevar por los caminos de mis compañeros quienes entraron por la otra puerta, era un aula grande con muchasventanas, las cortinas no alcanzaban a tapar todo así que el sol aprovechaba en iluminar el aula.
En el fondo estaban tres señores experimentados quienes los fui conociendo a medidaque cada uno opinaba y charlaba acerca del automovilismo , junto a ellos estaban los simplificadores de sonido, un poco grandes para lograr la acústica en todo el salón.
Me fije enlos asientos disponibles y decidí sentarme atrás para no llamar la atención o distraer a los que estaban primero escuchando. En las dos penúltimas filas estaba una chica alta, flaca ,pelo castaño claro , con un jean azul cielo y una musculosa de florecitas rosadas, al lado estaba una silla libre, la última tenía cinco sillas desocupadas, así que me senté mejoratrás para no incomodar la chica y evitar escuchar voces de mis compañeros.
Era de tarde y el sol empezaba a esconderse, yo tenía un jean y una remera con tela muy delgada, así queempezaba a tener frio, sin embargo no era el único la chica que tanto observaba, estaba con piel de gallina y con sus manos en los bolsillos.
El momento de las preguntas llego, no faltabael que tomara la iniciativa preguntando una pregunta sencilla, así fue, los experimentados en el tema la respondieron alargándose y respondiendo muy extensamente.
Faltando cincominutos para finalizar la charla, 10 alumnos se retiraron , algunos no les interesaba mucho el tema , otros decidieron ir al buffet , y otros tenían otro haceres. Ellos no sabían quefaltaba poco.
Al escuchar las voces de agradecimiento y despedida, ordene mis apunte, sabía que no los iba a necesitar, pero por las dudas los guarde y salí por la puerta trasera.