«La Tabla De Cebes»
Quedamos largo tiempo atónitos, dudosos sobre lo que la tabla representaba, cuando se acercó un hombre ya viejo y nos dijo:
«No sin motivo, señor, sois peregrinos en este mundo, dudáis del sentido de estapintura, porque muchos entre los mismos naturales, no la entienden ni saben lo que es: no fue don de esta ciudad. En tiempos pasados un extranjero, cuyas obras y palabras daban muestra de que era sapientísimo, y de que seguía la enseñanza de Pitágoras o de Parménides, vino y consagró a Saturno en este templo y esta pintura».
Tan luego como el viejo terminó, le pregunté si conocía a aquelhombre, y le había visto. «Sí, me contestó, y le tuve en mucho aprecio, porque siendo yo joven disputaba conmigo sobre muchas cosas, como acerca de la pintura cuyo significado me reveló».
-Por los dioses, si no tienes grandes quehaceres explícanos su alegoría.
-Amigos míos, lo haré gustoso, pero, quiero que sepáis que hay en ello un gran peligro.
-¿Qué peligro?
-Si estáis atentos ycomprendéis lo que os diré seréis discretos y felices, si no, quedaréis desventurados, sin doctrina, y se os amargará la vida, porque esta historia es semejante al enigma que proponía la Esfinge a los viajantes: quien lo entendía, pasaba sin obstáculo; al que no le llegaba a comprender le devoraba la Esfinge: aquí acontece igual. La indiscreción es la Esfinge que propone a los hombres, problemas parecidos.Les muestra lo que es bueno en la vida, lo que es malo y lo que no es ni bueno, ni malo. El que no lo entiende, muere a manos de la imprudencia; y no de una vez como el que fue comido por la Esfinge sino que va sucumbiendo en todo el trance de su vida como los que son condenados a perpetua cárcel. Más sucede todo lo contrario al que lo entiende, porque entonces la imprudencia muere, el hombrequeda en salvo, y llega a ser dichoso y afortunado toda la vida. Estad, por consiguiente, atentos, y con la inteligencia pronta para que me entendáis.
-Oh, dioses inmortales, ¡cuán gran deseo de entenderlo todo me has inspirado, si es como dices!
-Así es.
-Disponte a relatárnoslo, sabiendo que somos personas que escucharán atentas, con cuidado y solicitud, persuadidos del riesgo y granquebranto, a que nos exponemos.
-¿Veis este cerco? -dijo tomando una vara en sus manos y señalando hacia la pintura.
-Sí, le vemos.
-Primeramente sabed que este lugar se llama Vida y que la multitud que se junta a la puerta ha de nacer y venir a este mundo. El anciano puesto arriba y que lleva un papel en la mano, y que con la otra parece querer enseñar algo, se llama el Buen Genio; señala alos que vienen a la vida lo que les conviene hacer, y les muestra la senda por que han de caminar, si quieren lograr prosperidad y salud en el decurso de la existencia.
-¿Qué camino, pues, les manda tomar, y de qué modo portarse?
-¿No veis junto a la puerta aquella silla, precisamente en el sitio por donde ha de pasar la multitud, y sentado en ella a un mancebo de muy buena presencia de figuraseductora, con un vaso en la mano?
-Sí que le vemos, pero, ¿quién es?
-Este se llama el Engaño, porque no más dice mentiras para cautivar a todos los hombres.
-¿Y, pues, qué diablos hace?
-Brinda con un brebaje a cuantos entran en la vida.
-¿Qué brebaje es ése?
-El brebaje del Error y la Ignorancia.
-Y luego, ¿qué pasa?
-Después de haber probado esa bebida, entran en...
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