La transparencia en la impartición de justicia

LA TRANSPARENCIA EN LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA
M. C. R.

Transparente, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, es lo claro, lo evidente, lo que se comprende sin duda ni ambigüedad. Hablar de transparencia en la impartición de justicia implica hablar también de ética profesional, probidad y responsabilidad de quienes llevan a cabo esa difícil tarea. Ello sin dejar delado la actuación de los justiciables que, en ocasiones, constituyen peligrosos obstáculos para que se dé esa transparencia. Las paredes de la justicia tienen que ser de cristal para que funcione la transparencia y para que se produzca la confianza y la credibilidad en ella. Pero, desafortunadamente, si alguna palabra contrasta con lo que comúnmente se asocia a nuestro sistema judicial es ésta:transparencia. La impartición de justicia es una labor que se debe realizar a través de actos que evidencien de manera muy clara la ética y vocación de servicio, supone una actitud recta, honesta, responsable y, ante todo, justa. El compromiso del juez debe ser serio, actualizado, leal y más que nada humano. Una de las razones por las que el hombre acepta vivir en sociedad y otorgar a un grupo depersonas el gobierno común es el obtener la protección de sus derechos mediante un adecuado sistema de impartición de justicia.
Dice Carnelutti que la necesidad del proceso se debe a la incapacidad de alguien para juzgar por sí acerca de lo que debe hacerse o no hacerse; que sirve para hacer que entren en juicio aquellos que no lo tienen. A esto agrega que el que suministra a los otros sujuicio es el juez.[1] El juez es el sujeto que ocupa el vértice superior del triángulo procesal y, como tal, su función primordial es dirigir el debate para dirimir un conflicto o aclarar la incertidumbre jurídica. Para ocupar ese vértice es menester formarse y capacitarse; sin embargo lo ideal para merecerlo es tener y practicar valores como la calidad, la eficiencia, la equidad y la libertad deopción. Valores todos que encierran tanto los requisitos académicos como los espirituales que debe reunir el juzgador.
Entonces ¿quién tiene capacidad para ser juez y, por ende, para impartir justicia? El hombre estudioso. El hombre probo, íntegro. El que es capaz de diferenciar entre el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto. El que puede juzgar sin dejarse llevar por intereses personales;el que desempeña su misión más allá de las simpatías o antipatías. El que se desenvuelve en su labor tan honorablemente que pareciera que lo hace a través de un cristal, pues su rectitud implica transparencia en su actuar. El que, para no incurrir en decisiones injustas, cumple su misión sinceramente y con bondad.
Dijo Calamandrei: “el juez es el Derecho hecho hombre; sólo de este hombrepuedo esperar en la vida práctica la tutela que en abstracto me promete la ley; sólo si este hombre sabe pronunciar a mi favor la palabra de la justicia, podré comprender que el Derecho no es una sombra vana.”[2] ¡Difícil labor la del juzgador! Probablemente una de las más delicadas y nobles: resolver con su sabiduría, experiencia y hombría de bien y, más aún, conforme a la ley, los procesos de queconoce. De él depende la validez de las razones en contraste, la eficacia de la obra de las partes. Él es quien corta el nudo y concluye la controversia: da o quita la libertad, la honra, la familia y el patrimonio. El juez, como hombre, debe tener el valor de juzgar al hombre, aún teniendo todas las debilidades del hombre. Y con esa fragilidad ha de usar un poder que, mal empleado, convierte enjusta la injusticia. Debe tener el extremo valor de ser justo, con el riesgo de parecer injusto, y superar la comodidad de ser injusto, con la apariencia de la justicia. Si condena por error, causa un daño enorme; pero si lo hace a sabiendas, su culpa es mayor que la de cualquier crimen sometido a su juicio.
Carnelutti describía así la honda misión de juzgar la conducta de los hombres:...