lapiz
a pensar en todo el daño que nos hicimos a causa de desear querernos por encima de nuestras posibilidades. Así que cierro los ojos y me duele allía donde tus manos me hicieron sentir que nunca te irías.
Posdata, él te cosera mentiras, yo improvisare verdades.
Él brilla solo en tus ojos, losmíos aunque ahora rojos, claros como manantiales.
Él se acostará en el huida, yo lo haré siempre a tu lado.
Él despistara tus dudas con terciopelo espinado y cuandollegue el final de su verano ansioso, febril y bisiesto de Madrid, yo seré septiembre imprudente que todo lo barre, el que abrace el último rayo del agosto queya no respira.
Seré tu luna nueva, y quiero serlo. Lo seré de todas formas pero aún nos queda verano, donde la luna y las moches todavía son muy cortas.
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