Las bases de apoyo del rosismo

El segundo decenio posrrevolucionario



Tras el desmembramiento que siguió a Cepeda y la “anarquía” que afrontó la provincia de Buenos Aires, laos grupos poseedores salen al cruce para salvar la etapa crítica, pero pronto, divididos internamente o prefiriendo una influencia desde un segundo plano, se retiraron del gobierno. El sector gobernante conformó el Partido del Orden, apoyado, noobstante, en momentos de crisis por esos sectores altos. La vuelta hacia los problemas internos y la reorganización de la provincia, la reducción del peso del ejército y del déficit fiscal que obligaba al Estado a atacar con préstamos forzosos a los comerciantes, fueron puntos de fuerte adhesión de aquellos grupos. Este nuevo régimen, que cuenta con Rivadavia y Martín Rodríguez como figurasdestacadas, comienza con la reestructuración del aparato estatal y la supresión de las magistraturas; y con la política de repartos de tierras ganadas en la frontera india.

Pero pronto el factor principal de tensión se revitalizará: el alejamiento de Inglaterra de las potencias continentales y la posibilidad del reconocimiento de la independencia obligará a las provincias a afrontar el requerimiento quela potencia mercantil exige, que no es otro que la organización estatal interprovincial, y por lo tanto la elaboración de un nuevo pacto y texto constitucional. A los problemas devenidos de la discusión de este texto, de la conformación del ejército nacional y de un banco nacional, y el problema de la nacionalización del territorio y las rentas de Buenos Aires, se suma el problema de la ocupaciónbrasileña de la Banda Oriental y la subsiguiente guerra emprendida en ese territorio. Las divisiones frente a un Congreso de marcadas tendencias unitarias comienzan a hacerse sentir hasta desembocar en guerra civil.

Esta etapa de enfrentamientos interprovinciales encuentra a Buenos Aires abocada a su ascenso paulatino a una nueva hegemonía, que se completará en la etapa rosista, no sin amenazaspara la provincia.



LAS BASES DEL PODER DE ROSAS EN BUENOS AIRES



Jorge Myers propone el unanimismo como concepto para analizar la interpelación del rosismo a las diferentes bases sociales de su poder. Unanimismo es una forma de contrarrestar los efectos negativos del consenso de las clases dominantes, que dio lugar a las disputas entre unitarios y federales, y a las guerras devenidasde ellas.

Supone además una legitimación en una persona que suma en sí todos los poderes del Estado (Rosas) y no en una institución, aunque resignifica el aparato institucional sin poder prescindir de él.

Los tópicos del discurso, que adopta contenidos agraristas o de equidad alternativamente según interpele a grandes propietarios rural o masas populares, insiste en el bien común encarnadoen Rosas, el pánico a la conjura, cierto americanismo y nativismo, culto a la virtud y la honestidad administrativa, a la unión del pueblo, y sobre todo en su acción en nombre de la paz y el orden.

Pero en concreto, el rosismo no clarifica sus condiciones de lealtad (Salvatore), lo que le permite exigir lealtades diferentes a distintos grupos según sus posibilidades. Es así que este autor hablade la existencia de federalistas “de bolsillo”, poderosos, acusados de perseguir su interés y entorpecer la justicia, de no dar nada a la causa; y los de convicción. Esta diferenciación no está exenta de tensión social.

Sin embargo el ritual es único: en el vestir, el decir (opinión), y en el contribuir (servicio y dinero), las características del ser federal son más visibles, lo que no suponeuna correspondencia lineal con una identificación ideológica en la causa federal. La sociedad misma sanciona el cumplimiento u omisión de este disfraz rosista, y en esa misma indeterminación se encuentra la flexibilidad “policlasista”, si se quiere, del rosismo, a entender de Salvatore.

La relación del rosismo con el levantamiento popular de 1829 existe, pero no supone una relación de...