Las consultas a hacienda

Son numerosas las ocasiones en las que los ciudadanos resultan obligados a relacionarse con la Administración Tributaria por cuestiones diversas. Con independencia de la creciente complejidad de lasnormas y de la posibilidad cierta y lógica de que surjan dudas interpretativas respecto a su aplicación, la Administración Tributaria será inflexible en aquellos supuestos en los que el criterioadoptado por el contribuyente difiera del mantenido por ella.

Se crea, de este modo, una situación de inseguridad jurídica en el ciudadano que puede verse inmerso en la duda de cuál debe ser exactamentesu comportamiento ante la Administración.

Para ayudar al contribuyente y sacarlo del mar de dudas en el que puede verse envuelto (y con importantes implicaciones económicas en la mayoría de loscasos), la Ley General Tributaria regula en su artículo 107 la posibilidad de realizar consultas tributarias a la Administración.

La reciente Ley 1/1998 de Derechos y Garantías de los Contribuyentes(Estatuto de los Contribuyentes) no hace sino recordar, que no modificar, la posibilidad que ampara a los contribuyentes de formular a la Administración Tributaria consultas respecto del régimen,clasificación o calificación que corresponda a un hecho, acto o negocio jurídico concreto.

Las dudas. Si es usted un contribuyente que duda y, en consecuencia, pregunta esperando obtener una respuesta,no debe olvidar que el objeto de la consulta no puede ser el de conocer la opinión de la Administración Tributaria sobre supuestos genéricos, abstractos o generales, sino el de un supuesto concreto ydeterminado. Unicamente colegios profesionales, cámaras oficiales, organizaciones profesionales, sindicatos y asociaciones empresariales y de consumidores podrán realizar consultas genéricas queafecten a la totalidad de sus miembros o asociados.

Una vez adoptada la decisión de consultar, debe recordar que, además de obligatorio, resulta muy conveniente manifestar en el escrito de consulta,...