las emociones del niño

Capítulo II
LAS EMOCIONES DEL NIÑO
Los estados de placer y de pesar no hacen, pues, más que expresar los éxitos o los fracasos de este esfuerzo continuó de adaptación, realizado por el hombre en las condiciones ordinarias de su existencia. Pero, que se rompa bruscamente el equilibrio con el medio, e inmediatamente el ser vivo interviene para restablecer la situación. Esta respuesta de suparte al ataque que llega del exterior, es lo que se llama una crisis emocional. Ésta se desarrollará en dos tiempos: en primer lugar, un alerta desordenado, que advierte al ser vivo del brusco cambio sobrevenido, y que tiende a movilizar rápidamente sus energías; luego una respuesta, aun mal ajustada, mediante la cual el ser viviente trata de readaptarse a la nueva situación
que se le plantea. Pero,entre el alerta, es decir, la fase de desadaptación, y la respuesta, es decir, la fase de readaptación, seinterpone, para mejor o para peor, un juicio de la situación que orientará la descarga motora en una dirección apropiada Así, toda emoción realiza ante todo una función de readaptación, semiinstintiva, semirreflexiva, y siempre más o menos incoherente, a consecuencia de las circunstanciasexcepcionales en medio de las cuales se opera. Esta evocación algo sumaria de la verdadera naturaleza de la emoción nos permitirá, no obstante, comprender mejor la emotividad infantil.

A.—LA EMOTIVIDAD INFANTIL
Mayor emotividad que en él adulto
Si en el adulto la emoción sigue siendo una prueba siempre penosa, ¡con cuánta mayor razón será peligrosa para el niño!
Ahora bien: éste está, en ciertosentido, mucho más expuesto que el adulto a esos choques emocionales. Lo que hace del niño hipremotivo es, en primer lugar, la fragilidad de su organismo, y más especialmente su sistema nervioso. En efecto, se necesita cierta resistencia física para soportar sin daño esas
sacudidas producidas por una desadaptación brusca, que constituye-
la crisis emocional. Ese sacudimiento fisiológico, quees su consecuencia, con frecuencia sobrepasa la capacidad física del niño
.
Y sin embargo, ese frágil ser que es el niño está mucho expuesto que el adulto a esas sacudidas emotivas. La desadaptación que desencadena la crisis emocional es siempre, en efecto la consecuencia de un cambio inopinado en las condiciones de vida. Ese cambio, por lo demás, puede surgir ya sea de fuera¡, es decir, de lascircunstancias mismas, ya sea desde adentro, se decir, de las disposiciones íntimas del sujeto. Ahora bien: el niño está perpetuamente amenazado desde ambos lados. Desde adentro, en primer lugar. En efecto, si la emoción es el hecho de un desequilibrio interior, no olvidemos que el niño que crece es un ser en equilibrio inestable (p. 25), que el menor contacto llegado de afuera bastará paradestrozar. Pero el niño no está mejor protegido contra los cambios que provienen. del medio ambiente. Puede decirse que vive en un mundo enteramente nuevo, lleno para él de imprevisto, en el que casi todo le es extraño. Como consecuencia de su muy limitada experiencia, ese mundo es a cada instante un objeto de asombro y de sorpresa. Debe vivir en un estado de perpetuo alerta, y no siempre llega adesencadenar de su parte reacciones adecuadas con la situación.
Aquí interviene, en efecto, una tercera causa, que hace más penosa aún toda crisis emocional en el niño: nos referimos a debilidad de su inteligencia. El ajuste de la respuesta motora a la situación dada, que en el adulto resuelve el trastorno
emocional, es aún muy imperfecta en el niño, pues éste es incapaz de juzgar esa situación. Poreso, su reacción emotiva seguirá siendo vacilante, inquieta, desordenada. Para él, la emoción sigue siendo "un choque", porque la fase de desadaptacon se prolonga, en detrimento de la fase de readaptación (p. 78). Ahora bien, ese primer momento, en el que el niño está obligado a retardarse, es, sin ninguna duda, el que expone al organismo a prueba más ruda.
Los traumatismos afectivos
Se...