Las Imágenes Inmaculistas En Quito Aproximación A Un Estudio Iconográfico – Iconológico

AS IMÁGENES INMACULISTAS EN QUITO
APROXIMACIÓN A UN ESTUDIO ICONOGRÁFICO – ICONOLÓGICO
Adriana Pacheco Bustillos
Como toda la nueva cristiandad americana, la sociedad urbana1 de Quito entretejió sus relaciones sociales y económicas, marcada por una profunda religiosidad cristiana y especialmente mariana. Desde los comienzos de la evangelización, los misioneros se empeñaron en difundir yfortalecer la devoción hacia la Virgen, mostrándola a los fieles como ejemplo en el seguimiento de Cristo, como madre intercesora y protectora frente a las presiones sociales y fenómenos de la naturaleza que solían afectar a todos los pobladores. La experiencia del fervor hacia la Madre de Cristo actuó como un vínculo eficaz de cohesión entre los diversos colectivos de la ciudad.
De las numerosasadvocaciones que promovió el magisterio pastoral, la devoción predilecta de la corona española hacia la Inmaculada Concepción fue ampliamente extendida entre los creyentes. El mensaje devoto partió desde el entorno de las órdenes religiosas, a través de uno de los instrumentos más empleados en el proceso evangelizador como lo fue la imagen. En el decurso de los siglos XVII y XVIII se advierte labúsqueda de una solución figurativa del misterio de la Inmaculada Concepción que sirviera de referente modélico ante la población quiteña, tal como se dio en el fervoroso ambiente europeo de donde procedían los trabajos, fuentes grabadas o representaciones, pictóricas o escultóricas, que emulaban los artistas locales.
Así pues, en Quito, al piadoso amparo de los conventos de regulares se observa elrecorrido que experimenta la representación de la Purísima desde los primeros trabajos pictóricos, realizados en la primera mitad del siglo XVII, hasta el apogeo de las esculturas de primera mitad del siglo XVIII. En esta evolución, las imágenes del privilegio inmaculista2 elaboradas por Miguel de Santiago y Bernardo Legarda conforman el eje representativo del presente análisis3. El tratamiento detales efigies tomará en cuenta, como antecedente, a aquellas figuras –literarias e icónicas- que han servido de fuente para la configuración formal de un concepto devoto de difícil aprehensión, tanto en la Península como en Quito. En particular, dentro del ámbito quiteño que nos ocupa, se pergeña la relación que existe en cuanto a la elaboración de las imágenes de la Virgen Inmaculada de acuerdo alos requerimientos de la realidad local.
I La devoción inmaculista: del contexto europeo al espacio quiteño
La Inmaculada Concepción, entendida como la exención del pecado original en María, tuvo sus orígenes en la iglesia griega donde los monjes solían celebrarla solemnemente. Posteriormente, a partir del siglo IX, fue extendida en Europa4. La doctrina, apoyada en el texto apócrifo delprotoevangelio de Santiago (150 D.C.)5, tuvo gran aceptación por parte de los fieles y fue incluida dentro de la liturgia como una “creencia piadosa”, con fiesta propia el 9 de diciembre, día de la Concepción de Santa Ana6.
Antes de ser aceptada por toda la cristiandad, la doctrina tuvo que superar las opiniones contrarias que enfrentaron los Padres de la Iglesia, mientras algunos la saludaban comoInmaculada, otros no la eximían del primer pecado. Sin embargo, el enfrentamiento más notable de estas posturas se daría desde el siglo XIV, cuando en la Universidad de París los religiosos, dominicos y franciscanos, esgrimían, celosamente, sus puntos de vista. Los primeros, seguidores del pensamiento de Santo Tomás, sostenían la santificación de María en el seno materno, en tanto que los segundos,apoyados en la defensa de Duns Scoto, mantenían el Privilegio de la Concepción sin mancha7. En el marco de estas discusiones, los franciscanos españoles resultaron ser los más ardorosos defensores, actitud que obedecía, en gran medida, a la tradicional devoción que se vivía al interior de los reinos hispanos. Los monarcas, habían abrazado con fuerza, desde el siglo XIII, el fervor hacia la...