Las palomas mensajeras
Llegamos al aeropuerto, yo estaba muy emocionada, me dijeron que no me separe de ellas y nos apuramos a subir al avión.
Eraenorme, las azafatas eran muy serviciales, atentas y amables, me dijeron donde me tenía que sentar y me acompañaron. Antes de despegar nos avisaron que nospongamos los cinturones y nos informaron que el vuelo duraría aproximadamente tres horas.
Cuando ya estábamos volando me dejaron ir al baño y cuando volví mepuse a leer libros y a pensar en el reencuentro con mis papás.
Como partimos a la tarde nos trajeron la merienda, cosa que me encantó porque me dieron lasgalletitas kremokoa, esas que tanto me gustan, y me hicieron acordar a mi abuela y a mi tía.
Cuando nos avisaron que estábamos por aterrizar me vinieron losnervios y el miedo de que mis padres no me reconocieran. Las palomas mensajeras me tranquilizaron diciéndome que no iba a pasar nada malo y que mis papásme estaban esperando en el aeropuerto. Eso y pensar en mi abuela Cele, me dio bastante seguridad.
Al bajar del avión, no aguantaba las ganas de abrasarlosasí que miré para todos lados y los vi con un cartel enorme que decía “Bienvenida Cata, te extrañamos”. Corrí a abrazarlos, me llenaron de besos y me dejaronalzar a Agustín, todos nos pusimos muy contentos, hasta nos caían las lágrimas de felicidad.
Después de disfrutar ese momento, nos despedimos de laspalomas y fuimos a casa con el taxi que nos esperaba afuera. Al llegar me mostraron mi cuarto, deje mis cosas y en seguida salimos al patio a jugar los cuatro.
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