Lectura crítica

Una lectura Crítica a BALDÍOS de Carlos San Diego
Por Enrico Espino
El amor, la incertidumbre y la mismísima inspiración son el lugar común de los poetas que se empeñan en cantar en desolado. Hay una vieja paradoja que, en los años universitarios, utilizaba para empezar discusiones que siempre terminaban en controversias imposibles de prever: sobre la existencia o no de Dios, la vigencia deCarlos Marx, la locura de Hitler, los misterios de las pirámides, los imperios Mayas e Incas, amén de asociaciones tan inverosímiles como el planteamiento inicial y la Mafalda de Quino. Aquella polémica paradoja (de no ser polémica no sería paradoja) que suscitaba, para mi fascinación y reflexión, tanta charla inacabable con tantos ángulos de observación, todos válidos, y que se ajustara a tantas yasombrosas explicaciones (desde lo sobrenatural hasta lo extraterrestre), era en principio muy simple: “si un árbol cae en lo profundo del bosque y nadie lo escucha caer, ¿existió realmente el sonido?”. En ese mismo contexto, según mi criterio muy personal, está enmarcada la poesía guanipense. Hay sin duda una pléyade de escritores, poetas, ensayistas y articulistas en esta zona del sur orientevenezolano; sin embargo, hace falta ese ingrediente que hacía controvertible y placentera, ingeniosa e inacabable, sensible y valedera las tertulias, si bien podemos llamarlas así, que giraban en torno a una simple pregunta de contornos difusos y polivalentes: la reflexión crítica.
Aunque no es la crítica literaria en sí misma quien genera mejoras en la calidad de la literatura existente, es, sinduda, el medio por el cual un escritor, entendido como tal, define si ha logrado el objetivo perseguido con su obra. Así pues, y más allá de las eternas grescas entre creadores y críticos, una lectura analítica del primer libro de Carlos San Diego, Baldíos, busca como objetivo esencial ser ese eco que indica que sí existió, existe y existirá un sonido primario en la mesa de Guanipa. En esto no haypolémica.
Carlos San Diego nació en 1964 en San Diego de Cabrutica, estado Anzoátegui. Su primer libro Baldíos, es publicado por el Fondo Editorial del Caribe en el año 2002, donde, según el texto que aparece en la solapa interna de la portada del libro, es “un encuentro con los orígenes, con la tierra, con los ancestros. Es la recuperación del paisaje vital, el universo cotidiano, la memoria de latierra en toda su plenitud”.
En el recorrido lector, se evidencia una postura de preeminencia panteísta a la tierra, la mujer (quizás, más que a la mujer, al sexo) y el hogar, además de una fuerte carga social y religiosa; donde el poeta no intenta esconder su presencia, aunque si codificar su vivencia; por lo que le da al libro un fuerte carácter autobiográfico y simbolista. El uso del símbolo,en esta obra, está atado más a la visión personal del autor y usos coloquiales, folklóricos y localistas, que a simbologías de cortes más universales. Esto hace que el lector tenga, obligatoriamente, que entrar al universo poético del autor para descifrar, razonar y comprender, desde un intimismo prestado, la propuesta del escritor.
El libro está dividido en cinco (05) partes que comprendenvarios textos poéticos cada una. La primera titulada Borraduras, siguen, El ojo de la cotúa, A la entrada de tu rostro, La crin de la candela y Cenizas de bambú. En cada una toca un hilo conductor casi inasible, atado siempre por ese impulso panteísta, del que se ha hecho referencia anteriormente.
Encontramos, así, Borraduras (¿Recuerdos?) donde la marca es un casi grito de apetencia sexual,desaliento, nostalgia y, en cierta manera, rencor:

“La sabana es una esmeralda
de estas lluvias

Entre gotas que se detienen
en las cuerdas de alambre
está la mirada de unos becerros.

Sus ojos
son todo el día en la empalizada.
(...)
Las vacas amanecieron muertas
en la zanja de la quebrada

bajo un chaparro.

Las envenenó
una corriente de aire”
Becerros de día (Pág. 7)

o en el texto poético siguiente,...