Leyenda De Gualeguaychú

Leyenda de Gualeguaychú

Recopilada por Fray Mocho.

Cuenta la leyenda que por los años 1600, un rico estanciero, Don Gonzalo Pérez de la Viña, cabalgaba por los campos de Entre Ríos, librede indios, en busca de una mujer que era en su vida un horizonte, y que por motivos desconocidos había desaparecido de su lado.

Llegó entonces este hombre a un paraje que lo enamoró por subelleza, a orillas de un arroyo que era toda una pintura.

Se hallaba en este lugar cuando se le ocurrió cruzar a la otra orilla a nado. Cruzó entonces, montado a su caballo y con gran esfuerzo,hasta llegar a la otra orilla, pero en muy mala hora.

Un toro cerril, que pastaba a pocos pasos y no estaba habituado a la vista de jinetes, se cuadró bravamente, batió el flanco con la cola enademán nervioso, escarbó el suelo con la pezuña, y con violencia embistió hacia don Gonzalo, que sin tiempo para más, abandonó su corcel y corrió a pié, seguido muy de cerca por el toro embravecido.  El pobre perseguido, recordó que un hombre echado a muerto era siempre respetado, se tiró de bruces en una depresión del terreno donde brotaban pajas y junquillos. Llegó el toro, dio un bufido,escarbó el suelo, movió su cola con bravura y ya se disponía a atacar, cuando el hombre ve avanzar por sobre su cabeza una víbora terrible: el ñacaniná, la víbora celeste, cuyo veneno tenia fama de “matara quien alcance”.

En esta situación se encontraba don Gonzalo: levantarse era caer en las astas de su enemigo, dejarse estar era correr el peligro de no levantarse más. Eligió lo segundo, pero,como era un hombre religioso, juró que si se levantaba y escapaba con vida, elevaría allí, en el lugar del peligro, una capilla a San José, patrono de su casa y de los suyos. 

Baja el toro lasastas, acerca su cabeza al enemigo y huele su cuerpo, pero la levanta confundido, pues allí donde cree no encontrar peligro alguno se oculta una punzada que lo obliga a retroceder. La víbora ha...