Libro Al pueblo nunca le toca - Álvaro salóm becerra
Al pueblo nunca le toca
Título original: Al pueblo nunca le toca
Alvaro Salom Becerra, febrero de 1994.
Ilustraciones: El nombre del ilustrador
Diseño/retoque portada: El diseñador
Editor original: Editor1 (v1.0 a v1.x) Segundo editor: Editor2 (v2.0 a v.2.x)
Capítulo I
Baltasar y Casiano eran buenos amigos a pesar de todo lo que los separaba.Aunque nombres como los suyos hacen innecesario el apellido, el del primero era
Riveros y Pardo el del segundo. Los vinculaba apenas la coincidencia geográfica de
haber nacido en la misma comarca, la cronológica de que su nacimiento hubiera
ocurrido el mismo año y la económica y social de pertenecer a la misma clase
media. Pero somática y anímicamente, por fuera y por dentro, eran absolutamentedistintos. También eran diferentes políticamente pues militaban en bandos
opuestos.
Baltasar Riveros era alto, magro, moreno, narigón, nervioso, extrovertido,
locuaz, optimista, franco y ateo; había sido engendrado en Une —único municipio
liberal de la Provincia de Cáqueza— por un ciudadano liberal y concebido por una
ciudadana tan liberal como su esposo; siendo, además, nieto, bisnieto ytataranieto
de individuos afiliados a ese partido, que habían defendido a garrotazos y
pedradas lo que llamaban sus ideas, en potreros pomposamente denominados
campos de batalla, era obviamente liberal.
Casiano Pardo, en cambio, era pequeño, obeso, blanco, chato, calculador,
hipócrita, desconfiado, malicioso, enamorado y beato; como sus tatarabuelos,
bisabuelos, abuelos y padres habían sido godosde "raca y mandaca" que, en
descomunales gazaperas bautizadas por los historiadores con el nombre de
combates memorables, habían empuñado las armas (estacas y guijarros) para
persuadir a sus adversarios de la razón y justicia de su causa y, finalmente, había
sido engendrado, concebido y criado en el pueblo de Choachí, uno de los baluartes
conservadores de la ya citada Provincia de Cáqueza,donde el pastor de almas le
ordenaba a su rebaño, so pena de excomunión, que votara por los caciques y
gamonales escogidos "en Bogotá para representarlo en la Asamblea y el Congreso,
era, naturalmente, conservador.
Baltasar, como buen liberal, era intolerante, dogmático y arbitrario. Defendía
la libertad, pero la que tenían, según él, sus copartidarios para apalear a los godos
y a estos lesnegaba el derecho al pan y al agua. La justicia, en su concepto, había
sido hecha para favorecer a sus correligionarios y perseguir a sus enemigos
políticos. Proclamaba la igualdad entre los hombres si los hombres eran liberales,
porque los conservadores, en su opinión, pertenecían al reino animal. La
fraternidad sólo podía existir, a su juicio, entre los miembros de su partido, porque
los delcontrario debían ser tratados como bestias feroces. Y en materia social
consideraba que el gobierno estaba obligado a suministrarles pan, techo,
educación, salud, vestuario y diversiones a los liberales —y sólo a ellos— , a
cambio de sus votos. Solía decir que todos los males del país se remediarían y se
solucionarían todos los problemas el día en que el pueblo llegara al poder. Y vivíaaferrado a esa esperanza. El ejercicio del sufragio era para él un rito sagrado; se
henchía de orgullo y sentía un placer voluptuoso cuando depositaba su voto,
porque creía invariablemente que éste significaba una contribución decisiva a la
salvación de la República, o sea a la ascensión de las clases populares al gobierno.
Conservaba en su casa una bandera roja y asistía, llevándola consigo, atodas las
manifestaciones liberales. Y llegaba al orgasmo en el momento en que, haciéndola
tremolar, gritaba con todas sus fuerzas: "¡Viva el gran partido liberal!". "¡Abajo los
godos!".
Casiano, como buen conservador, amaba el orden aunque era
profundamente desordenado y la tradición aunque nunca pudo saber exactamente
en qué consistía. Era un celoso defensor del sacrosanto derecho de...
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