Libro De Ababor

- ¡A babor!, se escuchaba el grito de Germán, -¡a estribor!, replicaba Carlos. Irónicamente de cualquier forma había que girar el timón hacia el lado contrario y los audaces marineros no sabían si cargarse a sotavento o barlovento para tener nivelada la embarcación. Decidieron mantenerse en el centro, salomónica decisión.

“… y esperaron a que el buen viento hinchara sus velas parabotar”.

Una tensa calma se apoderó del ambiente; La atmósfera se tornó gris y el buque fue invadido lentamente por la bruma; la visión era escasa y el temor crecía. ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde vamos? , preguntas que se ahogaban en el interior de cada uno. No pasó mucho tiempo para que un viento gélido del norte comenzara a soplar. La tripulación permanecía alerta. Había llovido tanto y durantetanto tiempo que el pecho, el alma y la razón, yertas, ateridas y acostumbradas, se aferraban entre sí. -¡A levar, hay que aprovechar el viento!, se escuchó la potente voz del almirante que desde el puente de mando conducía con sabiduría infinita los destinos de su barco.

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Juan Sebastián, un joven de familia de comerciantes de provincia, se había hecho a la mar en busca deaventuras. Su sueño era descubrir el mundo y descubrirse en el. Un día , mientras tocaba la guitarra, una chica llamada Musa se le acercó:-¿Qué cantas?,-algo que compuse,-suena triste,-es un adagio,-está muy bonito, creo que deberías dedicarte a componer,-no puedo, tengo que terminar la carrera y atender los negocios de mi padre,-que pena, dijo ella.

Musa lo observaba y escuchaba con atención;había magia en sus melodías, ternura en su voz; poco a poco empezó a sentir una angustia – no se puede desperdiciar este talento, pensaba, Juan Sebastián tiene que componer y cantar, ese es su destino; si ha sido bueno su canto para mi, seguramente será bueno para más gente. De pronto le dijo: -mañana zarpa el “Esperanza”, en el van muchos amigos miso que como tú, buscan darle un sentido a suvida ¿Por qué no te embarcas en él, recorres el mundo y aprendes cosas nuevas? Quizá hasta compongas nuevas y mejores canciones, más alegres… -¿el “Esperanza”?, -si, -no sé, lo voy a pensar, gracias Musa.

A la mañana siguiente ya había hecho sus maletas, juntado algo de dinero y avisado a su familia que se iba a un largo viaje, que no sabía a dónde y que solo sabía que el viaje lo haría enun barco llamado “Esperanza”. La familia no tuvo tiempo más que para darle su bendición y esperar a que, como cada aventura que emprendía , terminara y estuviera pronto de regreso, además , pensaron, le servirá para olvidarse de la novia. Juan Sebastián había terminado con una novia de mucho tiempo y se sentía solo y triste, Todos lo sabían y entendieron la decisión de su partida.-Bienvenido, Juan Sebastián escuchó una voz y volteó para todos lados; gente iba y venía en los preparativos del viaje. Barriles por aquí, sogas por allá, expectación y alegría en los rostros. Era mediodía y un sol resplandeciente hacia brillar el cielo y el mar. El “Esperanza” estaba a punto de zarpar. Atravesando la escalerilla volteó hacia atrás y con cierta nostalgia miró la tierra que lo vio nacer.Un suspiro y un golpe de brisa lo hicieron regresar al barullo del barco.

Adelante, a ver qué pasa, se dijo y embarcó.

“Acomódate donde puedas “decía un letrero de este singular navío. Escogió un rincón, depositó sus pertenencias en el piso de madera y salió a cubierta a observar. A Juan Sebastián le gustaba observar. Caminó un rato reconociendo y admirando todo cuanto había enel barco hasta que escuchó una voz potente ordenar -¡levar anclas, izar las velas, soltar amarras!, era la voz del almirante que daba las órdenes; se escuchó el crujir de la madera, las velas desplegaron lentamente hasta incharse al viento y el casco en proa comenzó a romper las olas. Un soldado se le acercó –hola, -que tal señor, -¿te gusta el barco?, -me gusta el nombre, -es un gran navío,...