Libro de diego rivera

Páginas: 216 (53979 palabras) Publicado: 2 de marzo de 2012
Diego Rivera y la arquitectura mexicana

Rafael López Rangel

PRIMERA PARTE
Diego Rivera en las primeras polémicas de la arquitectura posrevolucionaria

Diego Rivera arremete contra los Galindos

ES BASTANTE PROBABLE que la primera intervención pública y ciertamente controvertida de Diego Rivera, con respecto a la arquitectura que se hacia en México, haya sido en 1924, a raíz de larealización de un trabajo mural para el Estadio Nacional, encargado por la Secretaria de Educación Pública. El pintor sugirió algunas modificaciones a la escalera principal, cosa que suscitó una acerva crítica de uno de los arquitectos directores de la Sección de Arquitectura de Excélsior –Juan Galindo-, quien trató de invalidar la propuesta de Rivera en un artículo que publicó en dicha sección, enabril de 1924. Diego contestó en forma virulenta los ataques de que fue objeto, en El Universal, el 28 de abril de 1924. Su contestación fue en parte publicada también en el boletín de la SEP en una nota intitulado “Diego Rivera arremete contra los Galindos de Bellas Artes (2). Lo interesante para nosotros es que la respuesta de Rivera se apoyó, por un lado, en una concepción de la arquitectura queubicaba a ésta dentro de la plástica, y por el otro, en un discurso crítico –aunque sintético- con respecto al proceso de la arquitectura en México desde la época Colonial, hasta el momento en que escribió sus líneas.

Con respecto al primer punto, Rivera sostuvo que “la arquitectura es un arte que se trabaja con formas y color en volumen, es decir, un arte plástico más completo y más complejo”.De esto deduce que “el arquitecto es un señor que tiene que reunir en sí mismo las dotes de un pintor y un escultor, si no, no es arquitecto”. Naturalmente, este énfasis en la plástica se debía a que Galindo negaba la validez de la opinión de un pintor, en el campo de la arquitectura. Sin embargo, no carece de significado que precisamente en una etapa en que los principios académicos cedían antela invasión de la arquitectura comercial, uno de los pintores revolucionarios más destacados de la Escuela Mexicano de Pintura, reclamara el carácter estético del lenguaje arquitectónico y su unidad con el lenguaje de la pintura y la escultura. No podemos negar, desde luego, la influencia, y el origen académico de esta concepción de Diego –en la propia escuela de arquitectura se manejaban aún, a sumodo, esos principios-, pero a juzgar por su crítica acerca de la historia de la arquitectura en México, queda en evidencia que su perspectiva era hacia el futuro y no hacia el pasado. Por lo demás, sus actuaciones ulteriores darían buena cuenta de ello.

Pero Diego se coloca definitivamente a la altura de la polémica arquitectónica del momento, con su crítica al “Neocolonial” y al “ColonialCaliforniano”. Para ello, compara estos lenguajes con los del pasado edilicio de México. Su conclusión es tajante: en tanto la arquitectura de la Colonia –siglos XVI al XVIII- fue una expresión auténtica, popular, sus versiones modernas resultaban vergonzosas. Y así, nos dice:

“Y fueron cientos de maestros alarifes, miles de humildes maestros de obras, cientos de canteros y albañiles de genio,quienes plastificando el ánimo popular, crearon ese estilo “colonial” que ahora bajo pretexto de “Renacimiento Mexicano” se copia aquí tan mal, envilecido: Vergüenza de México ésta sí que es.” (3)

En efecto, a partir de 1922, José Vasconcelos, en función de su llamado hispanista y su búsqueda del espíritu hispanoamericano como elementos fundamentales de la formación de una cultura nacional,impulsó el interés por la arquitectura colonial. Y es bien sabido que las obras que emprendió a través de la Secretario de Educación Pública –que fueron múltiples- indujo a los arquitectos y constructores a la utilización de un lenguaje inspirado en la Colonia. El llamado vasconceliano tuvo respuesta, y en poco tiempo se formó una corriente en favor de ese híbrido arquitectónico, que así se convirtió...
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