libro el prisionero de zenda

Páginas: 9 (2031 palabras) Publicado: 3 de junio de 2013
Librodot
El Prisionero de Zenda
Anthony Hope
2
1 Los Rassendyll... y unas palabras sobre los Elphberg
-Me pregunto cuándo harás algo de una vez, Rudolf -dijo la mujer de mi hermano. -Mi querida Rose -respondí, dejando sobre el plato la cucharilla con la que acababa de abrir mi huevo-, ¿por qué habría de hacer nada? Estoy bien situado. Las rentas de que disfruto bastan casi a misnecesidades (como sabes, las rentas nunca cubren del todo las necesidades) y me hallo en una posición social envidiable: soy hermano de lord Burlesdon y cuñado de su condesa, esa dama encantadora. ¿No he de sentirme satisfecho? -Tienes veintinueve años -observó ella- y lo único que has hecho ha sido... -¿Zascandilear? Muy cierto. Nuestra familia puede permitírselo. Esta respuesta mía molestó a Rose ya que,como todo el mundo sabe (y, por consiguiente, nada de impropio tiene mencionarlo), una cosa es su belleza y sus cualidades y otra muy distinta el que su familia se halle a la misma altura que los Rassendyll. Además de su atractivo, Rose era dueña de una cuantiosa fortuna, y mi hermano Robert tuvo la sensatez de pasar por alto el asunto de su linaje. Y si de linaje hablamos, hay que reconocer quela siguiente observación de Rose no era del todo errónea. -Las buenas familias acostumbran a ser peores que las demás -afirmó. Me pasé los dedos por el cabello; entendía perfectamente lo que quería decir. -¡Me alegro tanto de que Robert tenga el pelo negro! -exclamó. Tan vehemente comentario coincidió con la entrada de Robert (que se levanta a las siete y trabaja antes de desayunar). Miró a sumujer, percibió su leve sonrojo y le propinó unas afectuosas palmaditas en la cara. -¿Qué sucede, querida mía? -preguntó. -Le desagradan mi pelo rojo y mi inactividad -dije con tono herido. -¡Oh! Lo del cabello no es culpa suya -admitió Rose. -Suele aparecer en un miembro de cada generación -dijo mi hermano-. Igual sucede con la nariz. A Rudolf le han tocado ambas cosas. -Ojalá no aparecieran-dijo Rose, aún sonrojada. -A mí más bien me gustan -señalé yo, y poniéndome en pie hice una inclinación ante el retrato de la condesa Amelia. La esposa de mi hermano profirió una exclamación de impaciencia. -Me gustaría que quitaras ese cuadro de ahí, Robert -dijo. -¡Pero, Rose! -exclamó él. -¡Dios del cielo! -agregué yo. -Entonces podríamos olvidarlo prosiguió ella. -Difícilmente con Rudolf cerca-dijo Robert, meneando la cabeza. -¿Por qué íbamos a olvidarlo? -pregunté. -¡Rudolf! -exclamó la mujer de mi hermano mientras se ruborizaba del modo más encantador. Me eché a reír y volví a mi huevo. Por lo menos, el asunto de cuáles habrían de ser mis actividades (si es que debía tenerlas) quedó archivado por el momento. Para poner punto final a la discusión (y debo reconocer que también paraexasperar un punto más a mi estricta cuñadita), observé:
2
Librodot
Librodot
El Prisionero de Zenda
Anthony Hope
3
-A mí no me parece nada mal ser un Elphberg. Cuando leo un relato me salto siempre las explicaciones, pero, en cuanto empiezo a escribir uno, me encuentro en la obligación de darlas. Es patente en este caso que debo explicar por qué irritaban a Rose mi cabello y mi nariz y porqué me había atrevido a contarme entre los Elphberg, pues por eminentes que los Rassendyll hayan sido -y quiero insistir en ello- durante muchas generaciones, el participar de su sangre no justifica, a primera vista, jactarse de parentesco con el rancio linaje de los Elphberg, o pretender ser uno de los miembros de esa Real Casa porque, ¿cuál es la relación entre Ruritania y Burlesdon, entre elpalacio de Strelsau o el castillo de Zenda y el número 305 de Park Lane, Oeste? Resulta que (debo advertir que, por fuerza, he de remover precisamente el escándalo que mi querida lady Burlesdon quisiera ver enterrado) en el año 1733, con Jorge II en el trono, la paz imperando momentáneamente y antes de que el rey y el príncipe de Gales se enemistaran, visitó la Corte inglesa cierto príncipe que...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Resumen Del Libro: El Prisionero De Zenda
  • Ensayo Sobre El Prisionero De Zenda
  • prisionero zenda
  • El prisionero de zenda
  • prisionero de zenda
  • El prisionero de Zenda
  • el prisionero de zenda
  • resumen el prisionero de zenda

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS