Literatura, conocimiento y estética

Decir que algo es literario porque así lo decide un público determinado, social o históricamente dado, es una vulgaridad extraordinaria. El público, sin más, no dispone de competencias paradeterminar qué es literario y qué no es literario. Ni le interesa saberlo. El público no selecciona ni escoge: recibe lo que le dan, y lo consume.
Intentemos primero un acercamiento al ámbito de laliteratura, preguntándonos ante todo: ¿qué se debe entender por creación artística y literaria? El artista es esencialmente un «hacedor», como diría Borges, su objetivo no es la especulación sobre el ser,sino la creación de un objeto, de una obra de arte que constituye un aumento del ser. Este ser va a contemplar la estética de la que se nutre tal objeto. Se puede entender la estética como una filosofíadel arte, la ciencia que se encarga del estudio de la belleza, de qué es bello, cuáles son las características de lo bello, la búsqueda de la Verdad a través del arte, la percepción y la sensación queproduce lo bello en el ser humano.
Consideramos la estética como «ciencia de lo bello» en el sentido sostenido por Schiller, es decir, una filosofía del arte como contemplación y sistematizaciónde la belleza artística que se manifiesta sensorial y afectivamente al receptor y le deleita. El ser contemplador percibe el objeto, conoce ese objeto; es allí donde los sentidos lo reconocen comoalgo agradable. Esta sensación pasa por la inteligencia, de allí al conocimiento, que hace que dicho objeto se considere bello. Hay cierta atracción en este proceso, entre el ser y el objeto. El ser seapodera del mismo por la gracia, la armonía…
La cuestión que nos ocupa es esta: ¿cómo apercibimos la obra literaria?, ¿cuáles son los factores estéticos característicos de la obra literaria?Ahora bien, todavía no hemos aclarado si existen contenidos bellos y feos. Salta a la vista que un tema, siendo íntegramente conceptual, no puede ser ni bello ni feo en el sentido de la belleza...