Literatura

(Post)modernidad(es) Latinoamericana(s)
[Lenguajes y modos de (re)presentación]

[Abstract]
El presente texto pretende trazar un recorrido en torno a los modos de representación en América Latina, que caracteriza e ilustra el tránsito y las variaciones de estos mismos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX .Para esto, se centra principalmente en los contextos sociales y culturales queinfluyen en los procesos de construcción y representación identitaria hacia la década de los sesenta (“Boom hispanoamericano”) y su posterior fracaso y censura, debido al advenimiento de las distintas dictaduras en el Cono Sur. Por último, comenta someramente distintas formas de leer los modos de representación (post)dictatoriales, ligados a la mercantilización y mass-mediatización de la cultura.Intenta, además, relacionar brevemente estos contextos a diversos textos literarios latinoamericanos.

En los textos anteriores (sobre modernidad, modernismo, vanguardia, etc.), ha quedado en evidencia la complejidad que configura nuestra modernidad y la llegada de una supuesta modernización, que se realiza a su propio modo y no siguiendo los parámetros establecidos por los que podríamosdenominar “centros” culturales. En otras palabras, resulta notorio el entrecruce de diversas culturas y modos de representación en América Latina[1]. De tal manera que no resulta absurdo afirmar que tanto el modernismo, la vanguardia, el Boom y las instancias que siguen a este último en la literatura, son movimientos específicos y característicos de nuestra realidad. Fenómenos que no pasaráninadvertidos al resto del mundo debido a sus propios modos de presentarse y construirse escrituralmente .
Otro elemento importante a tomar en consideración a partir de estos procesos históricos característicos, es la reflexión que desarrolla Herlinghaus (2000:102) respecto del desarrollo de una hermenéutica descentrada, como modelo teórico para hacernos cargo de nuestra realidad. De modo queinsta a la utilización de una hermenéutica de la comunicación (pragmática) frente a una del lenguaje, que sería el desarrollo canónico de esta, desde sus pilares teóricos (Hans-Georg Gadamer) y su deconstrucción (Jacques Derrida). Sin embargo, frente a este tema es necesario comentar que, a pesar de resultar un enfoque válido, plantea en su elaboración el clásico problema que sufrimos a nivelcultural desde la observación y descripción externa, ya que señala una hermenéutica des-centrada, es decir, un procedimiento interpretativo que aún considera la existencia de un centro y, por consiguiente, una dirección desde la cual leer. Todavía plantea parámetros o ejes que observar, los que comúnmente pertenecen, para la primera mitad del siglo XX, al modelo europeo y al estadounidense para lasegunda.
De todos modos, siguiendo a Néstor García Canclini y recordando lo que es posible deducir y concluir de los textos anteriores sobre modernidad, modernismo, vanguardia, etc., es que “los países latinoamericanos son actualmente resultado de la sedimentación, yuxtaposición y entrecruzamiento de tradiciones indígenas (sobre todo en las áreas mesoamericana y andina), del hispanismo colonialcatólico y de las acciones políticas, educativas y comunicacionales modernas. Pese a los intentos de dar a la cultura de élite un perfil moderno, recluyendo lo indígena y lo colonial en sectores populares, un mestizaje interclasista ha generado formaciones híbridas en todos los estratos sociales.” (García Canclini, 1995:71) Por lo tanto, nuestra modernidad y sus procesos de modernización, deborecalcar, no resultan menos válidos o insuficientes (respecto de los “centros” culturales), sino que adoptan sus formas características, mucho más complejas, debido al desarrollo histórico propio de nuestro medio.
Observando, entonces, el posterior desarrollo económico de América Latina, habría que hacer hincapié en que la evolución del mercado no planteó en ningún momento la posibilidad de una...