Literatura
Fedor Dostoievski
Colección
Grandes Novelas
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Dirección General: Marcelo Perazolo
Dirección de Contenidos: Ivana Basset
Diseño de cubierta: Daniela Ferrán
Diagramación de interiores: Vanesa L. Rivera
Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento
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Primera edición en español en versión digital
© LibrosEnRed, 2009
Una marca registrada de Amertown International S.A.
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Índice
PRIMERA PARTE7
I
8
II
16
III
32
IV
44
V
56
VI
67
VII
79
SEGUNDA PARTE
92
I
93
II
111
III
122
IV
136
V
148
VI
160
VII
182
TERCERA PARTE
201
I
202
II
215
III
227
IV
241
V
254
VI
274
CUARTA PARTE
285
I
286
II
299
III
311
IV
319
V
3 36
VI355
QUINTA PARTE
363
I
364
II
380
III
392
IV
406
V
423
SEXTA PARTE
437
I
438
II
448
III
461
IV
471
V
481
VI
495
VII
508
VIII
517
EPÍLOGO
528
I
529
II
5 37
Acerca del autor
545
Editorial LibrosEnRed
546
PRIMERA PARTE
7
LibrosEnRed
i
Una tarde extremadamente calurosade principios de julio, un joven salió
del cuchitril que alquilaba en la callejuela de S... y, con paso lento e indeciso, se dirigió al puente K...
Había tenido la suerte de no encontrarse con su patrona en la escalera.
Su cuartucho se hallaba bajo el tejado de un gran edificio de cinco pisos y,
más que una habitación, parecía una alacena. En cuanto a la patrona, que
le había alquilado elcuarto con servicio y pensión, ocupaba un departamento del piso de abajo; de modo que nuestro joven, cada vez que salía,
se veía obligado a pasar por delante de la puerta de la cocina, que daba
a la escalera y estaba casi siempre abierta de par en par. En esos momentos experimentaba invariablemente una sensación ingrata de vago temor,
que lo humillaba y daba a su semblante una expresión sombría.Debía una
cantidad considerable a la patrona y por eso temía encontrarse con ella.
No es que fuera un cobarde ni un hombre abatido por la vida; por el contrario, se hallaba desde hacía algún tiempo en un estado de irritación, de
tensión incesante, que rayaba en la hipocondría. Se había habituado a vivir
tan encerrado en sí mismo, tan aislado, que no sólo temía encontrarse con
su patrona, sinoque rehuía toda relación con sus semejantes. La pobreza
lo aplastaba; sin embargo, últimamente esta miseria había dejado de ser
para él un sufrimiento. El joven había renunciado a todas sus ocupaciones
diarias, a todo trabajo.
En el fondo, se mofaba de la patrona y de todas las intenciones que pudiera abrigar contra él, pero detenerse en la escalera para oír sandeces y
vulgaridades,recriminaciones, quejas, amenazas, y tener que contestar con
evasivas, excusas, embustes... No, más valía deslizarse por la escalera como
un gato para pasar inadvertido y desaparecer.
Aquella tarde, el temor que experimentaba ante la idea de encontrarse con
su acreedora lo llenó de asombro cuando se vio en la calle.
“¡Que me inquieten semejantes menudencias cuando tengo en proyecto un
negocio tanaudaz! –pensó con una sonrisa extraña–. Sí, el hombre lo tiene
todo al alcance de la mano, y, como buen holgazán, deja que todo pase ante sus mismas narices... Esto es ya un axioma... Es chocante que lo que más
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Crimen y castigo
temor inspira a los hombres sea aquello que les aparta de sus costumbres.
Sí, eso es lo que más los altera... ¡Pero esto ya es demasiado divagar!...
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