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Profesor Guía Rodrigo Ramírez Morales
Lenguaje y Comunicación











Tres instantes para una mujer vestida de muerte










Talagante,Abril 2011
María José Leal Huaico






La escritura de mujeres ha logrado lo que muchos de los discursos marginales pretenden; instalar una diferencia con respecto a la palabra imperante yhegemónica. La palabra de la sujeto femenino construye una nueva manera de concebir el mundo, rescatando una subjetividad que es, precisamente, el factor más preciado de esta nueva construcción, o deesta “otra” construcción: “La teoría feminista analiza la relación entre lo femenino y las instancias del poder y propone la misma pregunta que Derrida al decir: ”. (Franco, 1986, p. 83)

(…)El discurso femenino se hace participe de una mirada desde la diferencia como parte fundamental de la experiencia de la realidad. Esa diferencia inscribe el discurso en la marginalidad y, porconsiguiente, esa marginalidad está orientada hacia la toma de conciencia de una situación específica dentro del mundo y, no, a la necesidad de encontrar un absoluto que sea capaz de explicar elalrededor.

Desde la diferencia es que la mujer debe situar su experiencia con el lenguaje. Experiencia que está (en)cerrada en la imposibilidad de decir(se) con el código creado:

“No hay, portanto, que asombrarse de que las mujeres hayan producido históricamente, menos teoría, menos libros, menos que los hombre; no hay que sorprenderse de que hayan llegado a peor que los hombres.Porque la cuestión del sentido, como ya he dicho, no puede establecerse de forma independiente de la del sujeto; apara las mujeres el problema del lenguaje estará siempre conectado con la posibilidadde definirse como sujetos, y por tanto de concebir lo femenino al margen del sistema de las oposiciones dualistas que siempre lo han constreñido y limitado”. (Violi, 1991, p.154)



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