Lol.doc

Estación Paraíso

El silbato sonó anunciando la salida del tren. Apurando el paso entré a la puerta del vagón más cercano. Casi inmediatamente después de hacerlo las puertas corredizas cortaron la comunicación con el exterior y el tren siguiendo el reflejo del movimiento anterior perezosamente comenzó la marcha.
Sin apuro busqué un asiento vacío, ya el traqueteo rítmico se ha hacíasentir mientras el coche se bamboleaba de un lado para el otro. Mecánicamente me senté y subí el volumen del discman. La música lenta invitaba a dejar volar el pensamiento y ofreciendo poca resistencia me deje llevar al ritmo de la música y el tren.
Mis ojos miraban fijos el exterior y tal vez eso me hizo volver el tiempo atrás, mis recuerdos me llevaron a la primera vez que hablé conella.
Fue casi gracioso, el respeto que nos teníamos nos hacía hablarnos de usted constantemente en un principio. De inmediato me di cuenta que ella era un ser especial, de salidas frescas y ocurrentes que siempre mostraba un humor único. De sentimientos nobles sus palabras no ocultaban bajezas ni odio, vivía siendo feliz a su manera, sin maldades terrenales ni miserias humanas. Yo,acostumbrado a vivir a veces en contacto con las cosas por ahí malas de la vida y de los hombres descubrí que ella era una rosa fresca y radiante en medio del desierto.
Siempre conversábamos usando un programa de mensajería instantánea gracias al milagro tecnológico que es Internet. Empezamos a conocernos, poco a poco, palabra a palabra. Las charlas variaban indistintamente de temas banales a buscargrandes respuestas a pequeñas y complejas preguntas. Pasó el tiempo y se hizo frecuente el encontrarnos, siempre a la tarde cuando ella no tenía sus obligaciones, muchas veces yo “mataba” a las mías con tal de poder estar juntos. Muchas veces me ayudo en mis cavilaciones de vida y a veces también lo hice yo. Aprendí a tomar sus momentos de desesperación como míos y ella por su parte hizo lo mismo.Las estaciones se sucedían constantes, la gente subía y bajaba en silencioso y anónimo ritual. A veces volvía al mundo para estudiar caras para inmediatamente seguir volando en mi cielo.
Recordé como pasó el tiempo entre nosotros, llegamos al punto donde hicimos el intercambio ritual de fotos y anécdotas. La vida empezó a tomar un gusto dulce y cándido. Y ese gusto lo daba el estar,necesitábamos constantemente la presencia del otro para que el día fuese hermoso. Una demora, un problema de comunicación era motivo para la desesperación silenciosa. Nuestras casillas de mail empezaron a ser receptoras de mensajes de esperanza. El correo de ella siempre adjuntaba una sonrisa que salía de mi rostro dando recepción del mensaje.
En algún momento mágico todo cambio. El deseose hizo más intenso, ella me buscaba apenas se conectaba. Empecé a escribirle en forma diaria. El tiempo cobró otra vida y otra dimensión. Un sentimiento afloro de la nada. La comunicación tenía una energía distinta. Aprendimos a volar a la par, corazón a corazón y con el alma como norte. Momentos, estados, todo era uno siendo dos. La vista empezó a perder la pantalla y divagábamos en lugaresinexplorados y felices. Los latidos se transmitían más rápido que millones de bytes, nos estábamos enamorando. Consientes del sentimientos y sin aguantar los deseos de nuestras almas decidimos encontrarnos. No se podía esperar, el amor tenía necesidades que la razón no entendía.
Mi viaje se organizo con una celeridad y la eficiencia únicas. Ella a lo lejos alentaba cada uno de mis pasos. Susestados de animo variaban desde la euforia hasta las desesperaciones si surgía algún contratiempo.
Finalmente Dios me permitió que viajara en cuerpo y alma para encontrarme con ella y aquí estaba, viajando tranquilo recordando sensaciones, hechos que habían sucedido hacía tanto tiempo y sin embargo tenía la frescura del ayer.
Cuando el tren se detuvo volví a la realidad, mentalmente...