LOLL

Éste es un trabajo polémico. En una época en la que los manifiestos y polémicas están algo pasados de moda, tal premisa puede parecer fuera de lugar. Sin embargo, debido a que precisamente laoccidental se ha convertido en una sociedad en su mayor parte tolerante y pluralista, dominada por un suave clima de corrección política, este libro puede resultar necesario y cobra una especial relevanciaen una cultura arquitectónica cuya apertura liberal está siempre próxima a confundirse con una conformidad libertaria. El libro será sin duda controvertido, pero si logra tan sólo provocar la críticahabrá conseguido el objetivo primordial de fomentar el debate sobre un terreno que se presenta como demasiado complaciente.

El texto resultará a menudo extremo en sus argumentos al seguir las"estrategias fatales" de Jean Baudrillard, llevando los análisis hasta sus límites. Por lo tanto, si muchos de los argumentos parecen de algún modo exagerados y pueden llevar a generalizaciones absurdas,deberían considerarse como parte de una estrategia deliberada. El texto ofrece menos una representación de la realidad que una transfiguración de la misma, aunque sin menoscabo de aspirar a arrojar luzsobre un problema real de la cultura arquitectónica contemporánea.

Este libro recurre a la filosofía contemporánea y a la crítica cultural. En particular, intenta ofrecer una visión de conjuntosobre la tradición del pensamiento crítico europeo sobre el tema de la imagen; se comienza, entre otros, con la obra de Walter Benjamin para continuar con Guy Debord y Baudrillard. Aunque estospensadores no compartan una orientación idéntica -es más, existen múltiples diferencias y tensiones entre sus posiciones respectivas-, sus trabajos tomados como conjunto ofrecen una crítica potente al papeldesempeñado por la imagen. A través de la aplicación de esta crítica al campo de la arquitectura, este libro intenta abrir la disciplina a nuevas ideas y desafiar al pensamiento, a menudo poco...