Los jovenes esremos gobernantes
Las enormesdiferencias de clase, las desigualdades e injusticias sociales y la falta de oportunidades determinan que el país se mantenga en esta crisis, que se va prolongando sin tocar fondo. Es dramático el caso de losmenores en conflicto con la ley, o los que están involucrados en las maras, los que viven en las calles o están siendo descuartizados en los centros correccionales. Ellos y ellas son producto de lasociedad que los expulsa y excluye, que no les deja espacio más que para el resentimiento y frustración, que culminan frecuentemente con la muerte.
Pero, por otro lado, es gratificante observar eldesarrollo, capacidades y calificación de un sector de la juventud guatemalteca, por supuesto aquella que pertenece al reducido segmento de quienes tienen acceso a la educación superior, que cuentancon un capital social, o sea, con las relaciones que les abren puertas, o bien que por sus mérito logran ocupar espacios de toma de decisiones en puestos estratégicos.
Esta juventud inquieta se mueveen áreas científicas, tecnológicas, de investigación, del arte o en nuevas carreras, como la alta cocina. Son un potencial que se convierte en la esperanza de solución de los enormes rezagos yproblemas que afrontamos. Son quienes podrían, si se dan otras condiciones, hacer la diferencia.
Lamentablemente, es tan reducida esa élite de privilegiados que tendrán que empujar mucho para haceravanzar este pequeño territorio que no encuentra su camino, porque diversas generaciones, una tras otra, a pesar de haber aportado esfuerzo, vidas y valor, no logran edificar el cambio.
Orgullosos...
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