Los necesitados

LOS NECESITADOS

Era un amanecer del sábado 19 de Diciembre del 2009, estaba nublado y hacia mucho frio, el viento soplaba y aparentaba como para que nadie saliera de sus casa ese día, muy poco trafico y transeúntes pasaban caminando rápido como si ya quisieran llegar a su destino, en cambio, era un día muy común en las instalaciones de la Cruz Roja Mexicana en la Delegación de Monterrey,ahí los voluntarios del comité de Juventud se preparaban para lo que iba a ser una brigada humanitaria que llevaría sonrisas hasta los niños de una comunidad marginada en la parte alta de la sierra de Santiago, Nuevo León.
Ascacio, señor de 40 años con gran experiencia en este medio, comandante de todos los voluntarios de ese día, dirigía el movimiento de cargar despensas, quien seria elque tomaba datos, el que manejaba las unidades, etc. El se dirigió especialmente a sus dos voluntarios con mayor experiencia, ellos eran Marco y Raul, y les decía –por favor hagan que esto salga bien, lo hemos hecho muchas veces y no habrá problema en esta ocasión, ok?—al cual respondió Marco—no se apure los muchachos ya saben trabajar--. Ricardo Martínez operador del camión de carga, se alistabapara salir y junto con Raúl repasaban el plan del día.
Partieron camino al Ejido “El Tejocote” donde había familias sin posibilidad de hacerse de algo para sustento propio, los voluntarios tuvieron que hacer travesía en medio de la Sierra Madre Oriental para poder llegar hasta allá, fueron casi las dos horas y media el camino, al llegar solo vieron que la comunidad como casi todos los díasestaba sola y triste, hacia un frio de esos que al estar ahí sentían que las orejas se les despedazaban y los dedos de pronto hubiesen desaparecido, salía humo de una que otra casa y en un campo de cultivo se apreciaba a una persona que a lo lejos se podía ver que hacia trabajos de recolección de algún tipo de fruto, se detuvieron un momento, en ese momento Ascacio ve que el señor se acercabaapresuradamente, al parecer se percato de la llegada de la Cruz Roja, este llego y se dirigió directamente con Raul y le dijo –Buen día, tengan todos ustedes, que los trae por acá?—Raul con gesto amable respondió –traemos ayuda humanitaria para todos ustedes, seria tan amable de decirme a donde dirigirme hacia el hogar de cada uno de los habitantes de este ejido? No los queremos hacer salir—el señorcon cara de asombro y alegría acepto con gusto este subió a la camioneta. Estando el señor ahí llamado Joaquín hablaba sobre los recientes problemas que tenían ahí en el ejido y en todo momento mostro su agradecimiento hacia los voluntarios quienes lo escuchaban con atención.
Al llegar al primer hogar, don Joaquín bajo y llamo a la puerta, salió una señora envuelta en mil cobijas que aunasomaba la cara para ver que pasaba, Joaquín le dijo de lo que se trataba y esta salió con gran agrado a recibir a los voluntarios. Marco se dirigió hacia ella con dos despensas y le dijo –señora, esto es una ayuda que le da la Cruz Roja, queremos que la pase bien esta navidad—la señora que al escuchar las palabras de Marco se veía como le salía una sonrisa totalmente natural, le respondió conlagrimas en los ojos –Gracias hijo, que bueno que se acuerdan de nosotros, dios los bendiga— Marco sorpresivamente le dice –disculpe, tiene usted hijos?—la señora inmediatamente respondió que si, los llamo y uno por uno fueron saliendo de la casa, eran cuatro niños, se veía que tenían frio al igual que todos los presentes, Marco no demoro y saco del camión una bolsa repleta de juguetes la puso en elsuelo, la abrió, se la mostro a los niños, estos comenzaron a verse entre si y no sabían que pasaría con esos juguetes, Marco de inmediato les dijo –la Cruz Roja no se olvido de ustedes pequeños, tomen un juguete, el que ustedes quieran—los niños parecían tener miedo de acercarse a tomar uno, en eso se acerca Raul, saca un juguete y se acerca a uno de los niños, el mas pequeño de todos, se agacha y...