Los nuevos autoritarismos en la rageitna

Análisis del nivel meta: el “shock institucional” argentino de los ´90

“Los países más competitivos poseen, en el nivel meta, estructuras básicas de organización jurídica, política y económica, capacidad social de organización e integración, y capacidad de los actores para la acción estratégica” (Esser, K; Hillrbrand, W; Messner, D; Meyer-Stamer, J; 1996).
La experiencia neoliberal de ladécada de los 90 implicó para la Argentina un shock institucional cuyas consecuencias, a mediano y largo plazo, resultan impredecibles. Bajo el supuesto de que las rígidas estructuras jerárquicas precedentes constituían un obstáculo infranqueable para hacer de la Argentina un país competitivo, el gobierno que iniciara su mandato en 1989 se lanzó en una loca carrera de destrucción sistemática eindiscriminada (autodenominada “cirujía mayor”). El resultado fue la subversión del orden jurídico, la fragmentación y atomización social, la distribución de la pobreza y la concentración de la riqueza, la exclusión de sectores mayoritarios de la población de cualquier sistema de protección, y la destrucción programada de toda instancia de intermediación que posibilite a los actores sociales una acciónconjunta frente a los embates del autoritarismo.
La historia nunca se repite. Pero las alternativas posibles en un corte histórico determinado dependen en mucho de situaciones y decisiones precedentes. El dilema de la Argentina hoy consiste en saber cuáles son esas alternativas posibles y en qué medida el triunfo de la tendencia dominante durante los 90 no ha tornado el proceso irreversible.Debido a las restricciones de extensión, el nivel meta será analizado solo en su expresión jurídico-institucional.

a) La década del 90 y el nuevo autoritarismo.

Los períodos de vigencia democrática en la Argentina no estuvieron exentos de ciertos rasgos de concentración ejecutiva. En algunas ocasiones los Presidentes utilizaron decretos para legislar sobre campos específicos, cuyajurisdicción corresponde de manera exclusiva al PLN. No obstante, muchos fueron ratificados por leyes posteriores, cuando no medió una autorización explícita y previa por parte del Congreso (Lugones, Garay, Dugo, Corcuera; 1992). Todas fueron medidas excepcionales, justificadas por momentos de crisis coyunturales [1], que no resulta difícil comprobar si tenemos en cuenta la poca frecuencia con que fueronutilizadas: entre 1853 y julio de 1989, los presidentes argentinos dictaron 23 decretos “de necesidad y urgencia” (Ducatenzeiler; Oxhorn; 1994)[2].
En contraste con estos períodos, la democracia argentina fue sacudida durante el siglo XX por sucesivos golpes militares que, legitimados por poderosos actores sociales (O`Donnell, 1982; Azpiazu, Nochteff, 1994), suprimieron la vigencia de laConstitución Nacional, cerraron las instituciones y prohibieron la acción de los partidos políticos (entre otras medidas).
La alternancia histórica entre gobiernos democráticos y golpes militares permite percibir uno de los rasgos más distintivos de la década de los 90: la presencia de gobiernos formalmente democráticos en los que, sin embargo, el poder es ejercido de manera autoritaria, en tanto que seprivilegian las acciones de mando por sobre las de consenso, se concentra el poder político en un solo órgano (el Ejecutivo), se resta valor a las instituciones representativas, se reduce a la mínima expresión la oposición, se eliminan substancialmente los contenidos procedimentales y se reduce (cuando no se elimina) la acción de las instituciones destinadas a la transmisión del poder de base.b) El camino hacia la concentración.

- El avance sobre el Poder Judicial.

En julio de 1989 asume la presidencia de la Nación el Dr Carlos Menem. A partir de ese momento (y observado desde una perspectiva actual) se inicia un proceso de profunda conmoción institucional.
Las elecciones legislativas le dieron al oficialismo mayoría absoluta en Senadores (26 bancas sobre un total de 46)...