Mago

Sin mucho pensarlo, sin nada memorable que contar o una intrincada excusa; no era una noche lluviosa o un triste amanecer, solo era un día, el día en que sin mucho pensarlo o después de pensarloinfinitamente, tome una decisión que cambiaría mi futura vida para siempre.
Cuando era niña recuerdo haber conocido a una persona poco común, como todas las demás, pero que recordaba de maneraparticular. Recuerdo haberme fijado con toda mi atención en su manera de hablar acerca de diversos temas, parecía que tenía siempre un criterio muy claro acerca de todo. Sus opiniones acerca de cualquiertópico, aunque el interlocutor cambiara o el área de conocimiento fuera algo bizarro, sus opiniones parecían siempre firmes y bien argumentadas en relación a la realidad física o inmaterial. Al contrariode lo que se pudiera pensar, no se trataba de un sabio viejo bonachón y de barba blanca, ni la más versada profesionista. Era una mujer poco atractiva de unos veinte tantos que había vivido losuficientemente diferente al resto de la gente que conocía, había viajado y tenido innumerables empleos desde que escapo de su casa a los 16. No me fije entonces en sus palabras bien conectadas o laspremisas de sus argumentos, me concentre en sus maneras, la forma de mover sus manos al hablar, su mirada fija y segura, su rostro cálido y relajado. Porque capto mi atención?... parecía que en ellahabitaran personas de diferentes géneros y razas, de otras edades distintas a la suya, parecía poseer el conocimiento del universo y sus ojos reflejaban un alma que solo podría describir como antigua.El sabor de la comida, un tema musical que suena en la radio, algo trivial sucedido en el autobús o la sociedad y su decaimiento moral, todo tenía algún componente digno de análisis y un conclusiónque a menudo era claramente pesimista pero que justo antes de finalizar contenía una palabra que dejaba abierta una posibilidad o una leve esperanza.
Pensé mucho ese día en esa mujer cuyo nombre...