Maltrato Infantil

1° Congreso Nacional Infanto Juvenil: Perspectivas de la Salud Mental en las Prácticas Profesionales del Siglo XXI .General Pico (La Pampa). Septiembre de 2012.
Título: “Somos lo que hacemos o hacemos lo que somos?”
Autoras: Lic. Andrea Carpaneto Lic. Ma. Silvia Buratti

“Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él” Jean Paul Sartre.

Introducción

El corto seleccionado y eltítulo del trabajo nos llevaron a preguntarnos sobre la realidad de dicho enunciado, esa aparente dicotomía entre el ser y el hacer que la pregunta plantea. Como primera aproximación diríamos que se trata más bien de dos caras de una misma moneda, de una dualidad. Para introducir de un modo más directo el tema que nos convoca podemos afirmar que la frase condensa dos aspectos muy importantes de unfenómeno complejo como es la violencia y en esto radica la particularidad del presente texto que queremos compartir con ustedes. La propia experiencia y algunos caminos recorridos nos han permitido desde distintas perspectivas ampliar la mirada sobre las situaciones violencia en el ámbito familiar y social y sus múltiples atravesamientos (sociales, culturales, histórico-políticos, personales, etc.)Discusión En el corto pudimos observar como los niños imitaban o repetían los comportamientos abusivos, indiferentes, negligentes, violentos, incorporados de los adultos. Nos preguntamos ¿Si es posible pensar en este espacio la relación entre lo que somos y lo que hacemos, entre lo que hacemos y transmitimos? 1

Algunas ideas…. Haciendo, hacemos de nosotros lo que queremos ser. Los aprendizajes(en un sentido amplio) van delineando nuestro proceder. La acción del Otro en tiempos instituyentes y constitutivos de la subjetividad y de los otros a lo largo de los diferentes los momentos de nuestra vida nos modifican. A partir de la interacción con ellos, cambiamos nuestro modo de ser. Compartimos la idea que la conducta, pensamiento y sentimientos de los niños y las niñas son algo más que elmero reflejo, repetición o imitación de la conducta, sentimientos y pensamientos de sus padres u otros adultos (por lo general) significativos. Sin embargo, queremos detenernos en ese aspecto el lugar del niño como “imitador” de la conducta del adulto para lo que resulta indispensable poder pensar el lugar del adulto como modelo. El modelado o aprendizaje observacional es reconocido como uno delos medios más poderosos de transmisión de valores, actitudes y patrones de pensamiento y de conducta.. La violencia no es innata, ni heredada; las conductas violentas se aprenden en la infancia por la observación (directa o no) de conductas de otros a través del modelado. Los niños y niñas desde muy pequeños tienen la capacidad de registrar lo que sucede a su alrededor. Comienzan a aprender de loque ven, incorporan todo lo nuevo que hay en su entorno por imitación. Así es como el ser humano aprende a hablar, a caminar, a sociabilizar, a incorporar los códigos de la cultura en la que vive. El niño/a empieza a copiar lo que hacen los adultos significativos de su ambiente cercano. Lo que los niños ven, los niños hacen decía el corto que vimos en el inicio y al parecer en determinadascircunstancias, de acuerdo con las cualidades del modelo, la empatía y otras variables con una sola observación basta. Ahora bien, ¿Qué sucede con los niños en cuyas familias el modo habitual de comunicación o resolución de problemas es la violencia? ¿Cuál es o será el comportamiento del niño o niña que aún cuando no sea destinatario de esa violencia se convierte en “testigo” de la violencia cotidiana dela que su madre es objeto o del trato abusivo que existe entre sus padres?. “Todo depende” dirá Bronfenbrenner -“las explicaciones de lo que hacemos han de encontrarse en las interacciones y en las características de las personas y sus

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ambientes, pasados y presentes”. El recuerdo de lo vivido, la repetición y la ejercitación de estas conductas son condiciones para su reproducción en...