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El karma de mi Mamá

Hoy es viernes 21 de febrero. Este viernes es diferente para mí y para la mayor parte de Venezuela debido a que es nuestro décimo día de protesta contra lo que estoy segura, es una dictadura. Por ser viernes normalmente hoy, como todos los viernes, estuviera contenta de que al fin llegó el fin de una semana que en lo general está llena de bastante estudio y un poco(mucho) de estrés, ya sea por las abundantes tareas y exámenes de la universidad o el mismo estrés que confieso a veces me sobre planteo. Estrés, que se me antoja decir que lo suelo premiar con una reunión con mis amigos, estoy segura que ellos concuerdan conmigo cuando digo que los viernes son una especie de terapia de risas que de alguna forma nos separa de la semana que venimos y de la semana quenos sigue, algo así como el punto medio de una recta que utilizo en geometría. Ya personalmente hablando, si hay algo que el hecho de que sea viernes no cambia es que es otro día en el que discuto con mi mamá.
Son la 1pm, hace un par de horas que llegó. Como todos los días, de lunes a viernes mi mamá sale temprano en la mañana a casa de mi abuelo que está en cama y que entre mi mama y mi tío locuidan, ella suele llegar al medio día para preparar el almuerzo. Yo sé cuándo viene mi mama, así haya avisado o no, yo siento que escucho la corneta sonar desde Bicentenario, el sonido de esa corneta es como un golpe directo en mi estómago, es el que avisa que ha llegado el momento menos esperado de mis días, no porque llega mi mama y a mí me gusta estar sola en las mañanas sino porque sé con quétemperamento llega. Tengo muchas palabras para describir el estado en el que llega mi mama casi siempre a nuestra casa, llega: molesta, obstinada, acalorada, con dolor de cabeza, cansada, agitada, apurada, con actitud rabiosa que denota su agotamiento. Todos los días discutimos, y desde que mi papá trabaja en Malasia, las peleas aumentaron bruscamente el grado de intensidad. No entiendo cómopuede llegar de hacer el bien, cuidando a mi abuelo con esa actitud. Todos los días me pregunto por qué nunca termino de acostumbrarme de una buena vez al estado en el que llega, suelo molestarme y contestarle a todos los regaños que me dice a gritos diariamente. Sus palabras tras la discusión del día, me taladran el cerebro, puedo escucharlas perfectamente cuando troto, cuando me baño, mientrasestoy en clases o cuando veo lo bien que se llevan mis amigas con sus madres. Siempre le pregunto a Dios: ¿Cómo es que ellas si pueden llevarse bien con sus madres y yo no?
No escribo esto para criticarla, ni juzgarla, ni mucho menos para vender la imagen de la víctima. Soy fiel creyente de la autocrítica y nadie en esta vida es más fuerte conmigo que yo misma. Hace unos días cuando acompañé a mamia buscar a mi hermana al colegio (mi ex colegio), me encontré con la profesora Coromoto, fue mi profesora de Psicología en 4to año y es la psicóloga del colegio, yo nunca he creído en eso de que consultar con un psicólogo puede ser una solución a tus problemas, simplemente porque creo profundamente que nadie entiende por lo que estás pasando mejor que tú mismo, es decir, si son mis zapatos sonmíos y listo, nadie tiene por qué caminar con ellos siendo míos. Sin embargo decidí preguntarle como hago para poder limpiar mi cerebro, a quien lo defino como un muy estricto retén de pensamientos, qué hacer para de alguna manera desahogarme yo solita, sin ayuda de nadie. Como respuesta me dio esta alternativa, la de escribir mi historia y narrármela a mí misma y luego de pensarlo, tiene bastantesentido. Esto de contarme mi propia historia me ayuda ver “fuera de la caja”.
Estaba enfrascada en dos posibles razones: o mi mama y yo somos muy parecidas o mi mama y yo no tenemos nada en común. Resulta que es un poquito de las dos. Mi mama es fuerte pero ella prefiere expresar sus sentimientos con personas, no le tiene miedo al decir tanto las cosas buenas como las cosas malas de frente,...