Manuel Antonio Garretón
I Las orientaciones analíticas
Durante décadas predominó un paradigma teórico y práctico de la acción colectiva y los actores sociales en la región, concordante con los paradigmas predominantes de lasciencias sociales a escala mundial. Este afirmaba, primero, una unidad o correspondencia entre estructura y actor; segundo, el predomino de la estructura sobre el actor, y tercero, la existencia de un eje central provisto por las estructuras y los procesos emanados de ellas, que actuaba como principio constitutivo de toda acción colectiva y de la conformación de actores sociales.
Es decir, elparadigma clásico, teórico y práctico, en relación a los actores sociales y a la acción colectiva privilegiaba la dimensión estructural. Este era el componente “duro” de la sociedad, en tanto el actor y la acción colectiva eran el componente “blando”. Existe la convicción generalizada que este paradigma ya no da cuenta de la realidad actual. Ello porque, por un lado, en el mundo de hoy se han producidoenormes transformaciones estructurales y culturales que nos enfrentan a un tipo societal distinto. Por otro lado, han aparecido nuevas formas de acción social y nuevos actores, al mismo tiempo que se transformaban las pautas de acción de los actores sociales clásicos. Si desde el análisis de los actores y las formas de acción colectiva el vuelco del paradigma clásico tiene varios hitos[1], desde elpunto de vista de los fenómenos sociales mismos, los movimientos de derechos humanos y los movimientos democráticos bajo las dictaduras, movimientos étnicos como los de Chiapas o las redes de organizaciones sociales y experiencias de barriales de ciudadanía en Perú, por citar ejemplos emblemáticos, nos parecen marcar una distancia con el paradigma de acción colectiva que hemos denominado clásico,aunque incorporan y redefinen muchos de sus elementos, lo que es más claro aún en el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil.
En lo que sigue intentaremos una esquematización de algunas de las orientaciones analíticas que contribuyen a configurar un posible paradigma en ciernes sobre actores y acción colectiva en América Latina[2].
Se trata de ir más allá de un determinismo estructural de tipouniversal y de superar la visión de una correlación esencialista y abstracta, definida de una vez para siempre, entre economía, política, cultura y sociedad, es decir, la idea de que a un sistema económico dado corresponde necesariamente una determinada forma política o cultural o viceversa.
Así, en una sociedad determinada es posible discernir niveles o dimensiones y esferas o ámbitos de laacción social. Respecto de los primeros, imbricados entre sí aunque con autonomía unos de otros, ellos son: los comportamientos individuales y las relaciones interpersonales que definen los llamados “mundos de la vida”, los niveles organizacional e institucional que corresponden al mundo de las instrumentalidades, y la dimensión histórico-estructural, de proyectos y contra-proyectos, que definen lo...
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