Manuscritos Karl Marx

LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE DE KARL MARX

Marx, Karl. (1974). Manuscritos: economía y filosofía. Trad. de Francisco Rubio Llorente. Madrid: Alianza Editorial.

[Selección]

El trabajo enajenado

(XXII) Hemos partido de los presupuestos de la Econon1ía Política. :Hemos, Hceptado su terminolog1g y sus leyes. Damos por supuestas la propiedad privada~ la se~ paradón del trabajo, capital ytierrn, Y' la de salario, benendo del cápital y renta de la ,tierra; admitamos la
división del trabajo, la competencia, el concepto de valor de camhio, etc. C011 la misma Economía POlltkfl~ con

susmisffiás palabta;;, hemos demostrado que el tr~lbaja~

Kad Marx
. .

queda rebajado a mercancía, a la más miserable de las metcancías; que la miseria del obrero está en raz6n inversa de la potenciay magnitud de su produc~ ci6n; que el resultado necesario de la competencia es la acumulaci6n del capital en pocas nUlnos, es de.cír, la .más terrible reconstitución de los tnonopúHos; que, por últi~ mo; desaparece la diferencia entre capitalistas y terrate" nientes, entre campesino y obrero fabril> y la sociedad toda ,ha de quedar dividida en bs dos cIases de pro pieta~ rios 'y: obrerosdesposeídos. 'La Econoffiia Política parte del hecho de la propiedad ,privada, pero no lo explica. Capta el proceso 1nateriaI de la propiedad privada, que ésta recorre en la realidad, 'con fórmulas abstractas y' generales Él las que Juego pres~ ta valor de ley. No co!'uprel1de estas leyes, es decir ~ no prueba c6moproceden de la esencia de In ptopiedad privada. La Economía Politica no nos proporcionaningulw explicación sobre el fundamento de la división de tra· b~jo y capital, de capital y tierra, Cuando determina, por ejemplo, la relación entre beneficio del capital y salarlo, acepta como fundalikento último ,el interés del capitalista)
en ottas palabras, parte de aquello que debería cXl)licar. Otro tanto ocurre con la competendil, explicada siempre por circunstancias externas. En qué tnedidaestas '. . /' cltcunstanclas externas y ~pa:rente1nente casua1 son so1 o es expresión de un desarrollo necesario, es algo sobre 10 que la ECOnOft1ía Política nada ¡nos díce, J:-Ictl1oS visto córno pata ella hasta el intercamhio mismo aparece conlO un hecho ocasional. Las únicas ruedas 20 que la Economía: Política pone en rnovimiento son la codicia y la

guerra entre los codiciosos, lacOtJ1petencia, . Justamente porque la Economf~ Política no compren~ de la coherencia del movimiento pitdo, por ejemplQ, opo~ ner la teoría de la competencia a la del monopolio, la de la libre empresa a la de la corpornción) la de la divi~ si6n de la tierra a la del gran latifundio, pues COlnpe~ tencia> libertad de empresa y división de la tierra fueron comprendidas y estudiadas sólo como consecuenciascasuales, deliberadas e impuestas por la fuerza del monopo~

Primer Mariuscdto

Ho, lacorporaci6n y la propiedad feudal, y no como sus resultados necesarios, inevitables y naturales. NuesU'a tarea es ahora, por tanto, la de compr~nder la conexi6n esencial entre la propiedad privada, la codi~ . da., la separación de ttabajo~ ·capital y tierra, la de inter. . canlbio y competencia, valor ydesvalorización del hom~ bre) monopolio y competencia; tenemos que comprender la conexión de toda. esta enajenaci6n con el sisten1'l fno~
11 (} ttlrio~

No nos coloquemos, cotno el econonlista cuando quie~ re explicar algo, en una imaginaria situación primitiva. Tal situaci6n primitiva no explica nada, simplemente traslada la cuestión a una lejanía nebulosa y grisácea. Supone como hecho, comoacontecimiento, lO' que debería deducir, esto es, la telaci6n necesaria entre dos cosas) por ejemplo, entre divisi6n del trabajo e intercambio. Así es tatubién cqmo la teología explica el origen del mal por el pecado original: dando por supuesto cO.mo hecho, corno historia> aquello que debe explkar. Nosotros partimos de un hecho econ6mico, actual. El obrero es más pobre cuanta· más riqueza produce, cuanto...