MAPA CONCEPTUAL
Los comienzos de la estadística pueden ser hallados en el antiguo Egipto, cuyos faraones lograron
recopilar, hacia el año 3050 antes de Cristo, prolijos datos relativos a la población y la riqueza del
país. De acuerdo al historiador griego Heródoto, dicho registro de riqueza y población se hizo con el
objetivo de preparar la construcción de las pirámides. En el mismo Egipto, Ramsés II hizo un censo
de las tierras con el objeto de verificar un nuevo reparto.
En el antiguo Israel la Biblia da referencias, en el libro de los Números, de los datos estadísticos
obtenidos en dos recuentos de la población hebrea. El rey David por otra parte, ordenó a Joab, general del ejército hacer un censo de Israel con la finalidad de conocer el número de la población.
También los chinos efectuaron censos hace más de cuarenta siglos. Los griegos efectuaron censos
periódicamente con fines tributarios, sociales (división de tierras) y militares (cálculo de recursos y
hombres disponibles). La investigación histórica revela que se realizaron 69 censos para calcular los
impuestos, determinar los derechos de voto y ponderar la potencia guerrera.
Pero fueron los romanos, maestros de la organización política, quienes mejor supieron emplear los
recursos de la estadística. Cada cinco años realizaban un censo de la población y sus funcionarios
públicos tenían la obligación de anotar nacimientos, defunciones y matrimonios, sin olvidar los
recuentos periódicos del ganado y de las riquezas contenidas en las tierras conquistadas. Para el
nacimiento de Cristo sucedía uno de estos empadronamientos de la población bajo la autoridad del
imperio.
Durante los mil años siguientes a la caída del imperio Romano se realizaron muy pocas operaciones
Estadísticas, con la notable excepción de las relaciones de tierras pertenecientes a la Iglesia,
compiladas por Pipino el Breve en el 758 y por Carlomagno en el 762 DC. Durante el siglo IX se
realizaron en Francia algunos censos parciales de siervos. En Inglaterra, Guillermo el Conquistador
recopiló el Domesday Book o libro del Gran Catastro para el año 1086, un documento de la propiedad, extensión y valor de las tierras de Inglaterra. Esa obra fue el primer compendio estadístico
de Inglaterra.
Aunque Carlomagno, en Francia; y Guillermo el Conquistador, en Inglaterra, trataron de revivir la
técnica romana, los métodos estadísticos permanecieron casi olvidados durante la Edad Media.
Durante los siglos XV, XVI, y XVII, hombres como Leonardo de Vinci, Nicolás Copérnico, Galileo,
Neper, William Harvey, Sir Francis Bacon y René Descartes, hicieron grandes operaciones al método
científico, de tal forma que cuando se crearon los Estados Nacionales y surgió como fuerza el
comercio internacional existía ya un método capaz de aplicarse a los datos económicos.
Para el año 1532 empezaron a registrarse en Inglaterra las defunciones debido al temor que Enrique
VII tenía por la peste. Más o menos por la misma época, en Francia la ley exigió a los clérigos
registrar los bautismos, fallecimientos y matrimonios. Durante un brote de peste que apareció a fines
de la década de 1500, el gobierno inglés
comenzó a publicar estadística semanales de los decesos. Esa costumbre continuó muchos años, y
en 1632 estos Bills of Mortality (Cuentas de Mortalidad) contenían los nacimientos y fallecimientos por
sexo. En 1662, el capitán John Graunt usó documentos que abarcaban treinta años y efectuó
predicciones sobre el número de personas que morirían de varias enfermedades y sobre las
proporciones de nacimientos de varones y ...
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