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PALESTRA PORTAL DE ASUNTOS PÚBLICOS DE LA PUCP

En sociedades desarticuladas, con Estados ineficientes, alta conflictividad y procesos
desordenados, la participación que facilita consensos estambién una necesidad. En este
sentido, podemos adelantar que el enorme despliegue de energías en experiencias
participativas locales como en la participación en las mesas de concertación de luchacontra
la pobreza, a nivel nacional, da cuenta de la brecha institucional causada por el vacío de
Estado. Con brecha institucional aludimos a las diversas modalidades, normatividad y
marcos dereferencia cognitivos con que actúa la población para restituir formas
institucionales allí donde no hubo Estado, o donde se produjo interrupción de la
institucionalidad pública.

Laconcertación o la participación no resuelven por sí mismas los complejos problemas de
construcción institucional de la democracia, o aquéllos referidos a la necesaria reforma del
Estado, pero son parte deella y por lo tanto hay que valorarlas y analizarlas sin
autocomplacencia. Las experiencias participativas locales han sido materia de fáciles
entusiasmos, pero también de duras críticas. A ello sesuma la poca convicción de un sector
de la clase política respecto del valor de la participación y de la concertación, como se
observó cuando se puso a debate en el Parlamento el proceso deregionalización en
marcha.

En torno a estas experiencias participativas surgen diversas interrogantes, algunas se
vinculan a la calidad de la participación, al tipo de relación que se estableceentre
autoridades y población destinataria (Ballón 2003), a la efectividad de la misma. Otras
aluden al significado de la participación en contextos de fuerte legado autoritario, o a los
problemaspara lograr la participación de aquellos en situaciones extremas, para quienes
esta participación tiene altos costos. Podemos decir como Tanaka (2001) que la
participación tiene “un valor...