Marfil

 12 AM; Conversación Contigüa





Cuatro campanas
dos pomposas, dos débiles
dos parainvitados, entrando
al salón por la puerta
detalles de marfil
lista inequívoca
el resto una para vos, una para mi

- Dicen que jazz, pero adentro solo escucharían los leves quejidos a través delalfeizar de oro, proveniente del callejón, no lo suficiente para arruinar la noche.Prominentes centros de mesa para los casi infinitos invitados que servían-se del pollo a la Saint-M... bien dispuesto,si.
Reinaba buena pinta, ilustre todo, ellos.
Llegaban ya los mozos, negros.
Deslizaban-se con la gracia de ese Ballet al que casi te invito
-Casi
-Shh - dejame - Solo mineral carbón ardíaperfumaban el ambiente pétalos de rosa en recipientes de vidrio.
Los mozos solo revisaban, se denigraban
reía la gente,
hacían los negros de bufones.
Blancos manteles, no hay nerviosismo,
Ni una motade polvo.

Mis dientes brillaban mientras hablaba porque la otra persona los miraba

-¿Nosotros estamos locos?
-Escuchame
-Bueno
-El postre tardó en llegar, y la cosa cambió
los negritosatónitos observaban la segregación de fuego,
como Lady Da' Diva bailaba sin decoro con cualca hombre
con dos piernas
como los salseros desbordaban sobre las bocas de condes,
como los mayores mirabancon lujuria,
como los curas se levantaban de las mesas con erecciones,
como el pianista y su caudaloso grupo de black-singers
se aventaban contra el equipo de fútbol newyorquino
tanto coninstrumentos musicales como con cubiertos
de plata de la armada suiza.
Pronto el baile de corso aumento y las sillas de diseño comenzaron a volar...
-¿Para tanto?
-Si, por cierto, la capucha.
Nuestramesa en un lugar más bien diferente, (formada esta por un cajón de madera, una apenas lúgubre luz de luna, vino en copitas, libros, vitrola de guille, rojo fuego de cigarros, incoloro vapor y aroma...