Mariposas transparentes

Mariposas transparentes

Crónica
Dulce Verónica García Trejo
18 de febrero de 2009

María extravió sus lentes anoche después de la bofetada. La contienda no cesó hasta que Saúl recibióuna llamada repentina y salió del cuarto. María se quedó furiosa, agradeciendo al cielo, a los santos… o a quién debiese agradecer en ese momento por aquella llamada que los había detenido, que habíaalejado a su marido, y que había congelado -tal ves por un instante- el desbordamiento de la desdicha que vivía.
Se quedó sola y sometida a su silla y al encierro. Únicamente la acompañaba el sonidodel refrigerado, cuyo motor y ronroneo le recordaban constantemente la nostalgia de su soledad. En el mismo instante que el reloj se paró y que las gelatinas cuajaron, María sintió una absolutanecesidad de salir huyendo de casa; de respirar.
Sus zapatillas se deslizaban presurosas sobre el asfalto, como si se tratara de una cita importante. La verdad es que María no llevaba rumbo. La verdades que María pudo haber galopado toda la noche sin dejar alguna ventana de reposo en su aliento. Apenas un par de cuadras había recorrido cuando un tumulto de gente atrapó su atención. Un hombre debata blanca con un retazo de tela azul aferrado a su boca, gritaba preparando a la gente para el ingreso. María se aproximó a la fila y se escurrió entre los pasos de los extraños.
¿Qué eraGinecomaquia? María se encontró en una sala de espera rodeada de jóvenes y un par de señoras que conversaban y reían en voz alta. Ella hubiese esperado ser internada de inmediato, necesitaba urgentemente sercurada del alma o de cualquier cosa, pero ser curada. Sin embargo, la escena del doctor y del gentío era quizá sólo un simulacro. María intervino en algunas conversaciones para averiguar en dónde seencontraba, pero la gente no sabía exactamente a lo que iba o por qué había entrado hasta esa sala. La mayoría le respondió que iban a ver una obra de teatro cuya trama desconocían, pero ver las batas...