Marketing

La ventana


Dedicado a Andrea Villanueva
Hay barreras que no se pueden traspasar
Y corazones que no se pueden conquistar




- Oe, ¿qué pasa?
- Es que no puedo abrir la puerta de mi carro.
- jajajaja, a ver te ayudo ps.
- no sé como es, creo que hay que levantar la puerta.
- déjame, yo puedo.

Y comencé a hablar contigo, a verte de lejos, creciendo, conversando con chicos,bajando al primer piso del condominio, coqueteando que es tu principal virtud, tus ojos que brillaban como el fuego, tus labios que son el pecado, la tentación de unirse ínfimamente al ahogo de solo tocarlos. Y tu cuerpo moreno, acariciado por el sol, asombrándote de un mundo que te abre sus puertas, yendo a fiestas y tratando de llegar tarde. Te dedico estas líneas como homenaje a aquellasinolvidables noches que hablábamos de ventana a ventana. De abajo arriba para mí, de arriba abajo para ti.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Andrea, vivía en el quinto piso de mi edificio, tenía 15 años y estudiaba en un colegio cerca de nuestro condominio, éramos vecinos, yo vivía en el cuarto piso, justo debajo de ella, peroapenas sabía que existía, y ella tampoco me había visto, hasta aquella noche, inexorable, que la vi tratando de abrir la puerta de su carro y la ayudé. Pasó mucho tiempo hasta que conversamos de nuevo, pero su voz y su sonrisa invadieron mi mente. Yo ya tenía 23 años, trabajaba de traductor y de profesor de inglés de vez en cuando, un sueldo muy arrancado de los pelos, pero que me servía paramalgastar y tomarme un trago todos los fines de semana. Vivía en la casa de mi mamá, con todas las comodidades del mundo, disfrutando (casi) de la perfección que nos da la vida, saliendo y regresando a la hora que quería, estudiando, faltando y jalando todos los cursos (jajaja), enamorándome y brindando, destruyendo los poster pegados a los postes, fumándome un cigarro en la ventana de mi cuarto yamaneciéndome con la tele prendida.

Así pasaba mis días, en el más completo relajo, “trabajando”, vagando y mirando chicas, ganando un sueldo, pero esencialmente disfrutando. El verano se hacía intenso, iba a la playa, en mi carro verde (de mi mamá) a toda velocidad, bañándome, disfrutando el sol, las olas del mar, la brisa eterna que sólo conocen aquellos que hemos vivido por años entre el sol yla arena caliente. Un tequila o mejor un whisky, era sólo cosa de decidir, lucky o Kent?, el que haya, ok ok, mejor un kent. No había soledad y todo era joder, burlarse de todos los demás, reírse de lo bueno, malo, más o menos, importante o irrelevante. Los fines de semana ya sin carro pero con casi todos mis amigos, íbamos a la disco a ver quien caía, y si no caía nadie que importaba la cosa eramatar el tiempo y reírnos, porque en realidad muy pocas veces caía una chica, y tomábamos hasta que el cuerpo no resistía, llegábamos sólo a vomitar y dormir.

Un día mientras bajaba a conversar con la gente, la vi con su falda y su polo multicolor, chibola pensé y aunque me asombré de verla hablando con mis amigos, coqueteando (no podía resistirlo, era su naturaleza), sonriendo, hablando conesa voz un poco ronca y entrecortada, la saludé como la costumbre exige, me sentí bien de verla reunida con nosotros aunque hablando poco, nos miraba pensaba algo sobre nosotros, un pensamiento incomprensible e indescifrable, a pesar de eso se alejaba por ratos y se iba a jugar con sus amigos de 15 o 16 años, creo que hasta había chicas de 13, una barbaridad, pero siempre nos miraba comoestudiándonos, nos miraba de reojo pero con atención, escuchando nuestras palabras y riéndose, si algo le parecía gracioso.

Hablaba poco con ella, pero me llamaba la atención la forma como me miraba, como me respondía, como escuchaba mis absurdas palabras y como prestaba atención a lo que yo le hablaba con tanta paciencia, a las pocas palabras que le enseñaba en portugués, y disfrutaba al verla...