Mas vale prevenir que lamentar
Uno de los monumentos más hermosos de la ciudad, una tumba alinterior de este panteón.En este sepulcro descansan los restos de la niña Ana María Dolores Segura y Couto, fallecida en 1908, a los dos años y tres meses de edad víctima de la meningitis.
Tras sumuerte, los padres de Ana María no podían acompañar el cuerpo de la pequeña, pues vivían en la ciudad de México, por lo que pidieron a un arquitecto que construyera un exquisito monumento en mármol deCarrara, en imagen y semejanza y al tamaño natural de la niña al morir como un homenaje póstumo a su pequeñita.
El escultor realizó el encargo representando a la niña acostada en su cama, custodiada porun ángel guardián. Detalló casi a la perfección la escena, desde los pliegues de las sábanas y la ropa, los adornos de la cama y las alas del ángel, hasta el cabello, las facciones y principalmentelos ojos de la pequeña, incluso, hay quienes afirman que éstos siguen a las personas que caminan cerca de ella y que en algunas noches adquieren una luz propia y un brillo sobrenatural.
Sepulcro deAna María, con su Ángel y sus flores
El ángel por más de 100 años y día tras día asume su papel de guardían de la niña, y la protege en todo momento de la luz del sol, la lluvia y cualquier cambioclimático que se avecine, pues con vida propia se va girando o moviendo para que la pequeña no sufra ni frío, ni se moje ni tenga calor.
Ana María, la nena ahi enterrada, después de casi 100 años de...
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