Maxi

La Alcaldía de Nueva York. Oficina del Alcalde

1- Steam heat (Cantan los limpiadores de la Alcaldía)

Gran actividad. Gente que pasa de un lado al otro, secretarias, funcionarios. El Alcalde revisa papeles sentado en la mesa. Desde afuera se escuchan gritos y ruidos de pelea.

Alcalde: ¿Qué está pasando? ¿Qué son esos ruidos?
Una Secretaria: El señor Egeo, Alcalde. Quiere anotar a suhija para casarla con Demetrio…
Alcalde: ¿Demetrio? ¿Es ese joven que dicen es un “tiburón de las finanzas”?
Secretaria: Sí, ese, Alcalde. Lo reconocí enseguida. Salió en la tapa de Newsweek la semana pasada.
Alcalde: ¿Y por qué la pelea?
Otra secretaria: Parece que la hija no se quiere casar con él.
Alcalde: (Arrecian los ruidos de pelea) Esto es un escándalo. Háganlos entrar.

EntranEgeo, Hermia, y Demetrio (de traje) y Lisandro (bohemio) que discuten.

Alcalde: ¡Egeo! ¿Qué está pasando?
Egeo: Vengo a quejarme.
Alcalde: Acá todo el mundo viene a quejarse: que las calles están sucias, que el metro no pasa en hora… Pero venir a hacerlo directamente a mi oficina, es demasiado.
Egeo: Con todo lo que he contribuido a sus campañas, señor Alcalde, lo menos que puede hacer esrecibirme en su oficina.
Alcalde: (Seco) Sin duda. ¿Cuál es el problema?
Egeo lo mira con total desaprobación.
Egeo: ¡Demetrio! (Avanza Demetrio) Señor Alcalde, este hombre es el prometido de mi hija. ¡Lisandro! (Avanza Lisandro) Y éste ha seducido el corazón de mi hija.
Alcalde: ¿Seducido el corazón?
Egeo: Sí, usted me entiende: con cartitas, versitos, ositos de peluche, (con mucho asco antela cursilería) ¡puaj!
Alcalde: ¿Ositos de peluche?
Egeo: Sí! Y ahora mi hija no quiere casarse con Demetrio, quiere irse a vivir con Lisandro a un altillo…
Hermia: ¡Un loft!
Alcalde: Ajá… ¿y yo qué tengo que ver?
Egeo: Usted es el Alcalde gracias a los contribuyentes, que en algunos casos hemos sido más que generosos.
Alcalde: No sé por qué me lo reprocha, Egeo. Le recuerdo que nadie loobligó. Y además no entiendo qué quiere de mí.
Egeo: Convenció a los votantes, ¿no? ¡Convenza a mi hija de casarse con Demetrio y hable con alguno de sus conocidos en el gobierno para conseguirle a Lisandro algún cargo en una embajada en algún país asiático!
Lisandro: ¡Señor Egeo…!
Hermia: ¡Papá!
Alcalde: Calma señores! (A Hermia) Tenés que escuchar a tu padre. No sólo te dio buena parte de esosgenes que te hacen tan preciosa, sino que, hasta donde yo sé, te mantiene. Algún derecho tendrá, digo yo, a opinar.
Hermia: Pero él no opina, ¡impone! ¡Ni que estuviéramos en la Edad media!
Alcalde: Creo que Demetrio es un más que digno pretendiente.
Hermia: Y Lisandro también!
Alcalde: (A Lisandro) ¿Y usted a qué se dedica, joven?
Egeo: ¡Es pintor!¡Lo único que me falta es ver a mi hijacasada con un hippie!
Alcalde: ¿Lisandro el pintor? ¡Muchacho! ¡Su trabajo es excelente!
Egeo: ¿Cómo dice?
Alcalde: ¿Ve ese cuadro allá? (Señala hacia algún lugar) Es de él.
Lisandro: Es un honor que lo haya comprado, señor.
Alcalde: Excelente! (A Hermia) Bueno, sin duda Lisandro tiene mucho talento, pero no tiene el apoyo de tu padre.
Hermia: Me gustaría que mi padre pudiera verlo con misojos.
Alcalde: Tal vez deberías tratar de ver con el intelecto de tu padre. Es un tipo muy inteligente, ¿eh? No es ningún estúpido… Y Demetrio tiene un futuro brillante, brillante… (A Demetrio) Ya que estamos, joven, ¿usted cómo amortizaría una deuda pública de…
Hermia: (lo corta) ¡No, no y no!
Alcalde: (molesto) Tu padre no va a tener más remedio que desheredarte.
Hermia: Moriré pobre,entonces. No me importa. Prefiero mendigar antes que casarme con alguien a quien no amo. (Las secretarias suspiran)
Alcalde: Bueno… Egeo, mi consejo es que tu escribano esté preparado para remendar ese testamento tuyo. Tu hija es bastante terca…Y ahora si me disculpan tengo una reunión impostergable.
Sale el alcalde con su comitiva.

Demetrio: ¡Reaccioná, Hermia!
Hermia: ¡Te odio!
Egeo: Hermia,...