¿Memoria y olvido para la pa en Colombia?

¿Memoria y olvido para la paz en Colombia?
¿Construcción de memoria, o perdón y olvido? Es paradójico este planteamiento como también lo es la realidad colombiana de violencia y paz. Es preciso entonces reconocer la violencia para hacer la paz, pero cómo saber qué hay que olvidar y qué hay que recordar. Para empezar veamos esta expresión y su explicación basada en la dicotomía pasado-porvenir:“¡BASTA YA!” ¿De qué?, nos preguntamos. Los autores responden: “Es el "¡Basta ya!" de una sociedad agobiada por su pasado, pero esperanzada en su porvenir" (Grupo Memoria, Prólogo). ¿Pasado y porvenir, entonces dónde dejan el presente? Basta ya de una sociedad agobiada, ¿quiere esto decir prescindir de esa sociedad agobiada por su pasado, que como tal ya no puede cambiarse y mucho menosdesconocerse? ¿O quizás debamos olvidar el pasado para que no nos agobie? Es importante relativizar ese concepto de tiempo pasado mediante una mirada de larga duración en la historia de Colombia y quizás ampliar el contexto geográfico para su estudio, con el fin de entender que la violencia de los años 40 y 50 del siglo XX está tan presente en el conflicto actual, como vivas -aunque ancianas-, están susvíctimas. Y no solamente ellas, nosotros sus hijos y nietos estamos padeciendo las consecuencias de esa violencia pretendidamente pasada que habría que olvidar para evitar la existencia de una “sociedad agobiada por su pasado”. Esta visión intelectual anacrónica va de la mano con la omisión a la reparación de víctimas y restitución de sus bienes por pertenecer al pasado, al olvido, de la Ley devíctimas del 10 de junio de 2011, que se basa en la memoria de hechos tan recientes, que pertenecen al presente si se miraran en un contexto temporal más adecuado.
Pero vemos una contradicción en este enunciado del “Basta ya de una sociedad agobiada”, cuando dice a continuación que “Este informe no es una narrativa sobre un pasado remoto, sino sobre una realidad anclada en nuestro presente”.Pensamos que el estudio de la violencia de medidos del siglo XX no debería reducirse a la llamada recuperación de la memoria como un referente para el estudio de la causalidad de la violencia actual; esta época en sí misma es parte de esa violencia presente que ha evolucionado dentro de un continuo hacia otras generaciones que visibilizan una pluralidad de violencias actuales, muchas de las cuales yaexistían, han sido padecidas y están implantadas en las víctimas y los perpetradores que sobreviven a esta violencia pasada. Así que no se trata tampoco del recuento histórico de esta época, -los hay muchos, hay demasiados-, que inclusive profundizan en el estudio de las realidades regionales pero que no pasan de ser parte de un rompecabezas que se quedó sin armar y no trascendió el mundo académico.Esta desvinculación de los estudios académicos con las instituciones encargadas de ejecutar programas para las realidades colombianas, deja un acumulado de ejercicios intelectuales en las bibliotecas por un lado y por otro, una cadena de ensayos erráticos por parte de las políticas institucionales de reorganización social. Los estudios de académicos para académicos que no ven la luz fuera de suámbito intelectual, es decir que no hacen el retorno hacia la realidad estudiada para su confrontación, son criticados por Bruno Latour como una producción científica que busca como objetivo final ser avalada por la comunidad de “tribus de científicos y de su producción, la ciencia” . Puesto en términos coloquiales, es el arte por el arte, sin ninguna otra connotación social. Por este motivo esimportante referir como caso excepcional el trabajo colectivo de diez investigadores sociales con diez sus categorías propuestas, herederos de los primeros investigadores de la violencia en Colombia de 1962. Sus conclusiones fueron tomadas como recomendaciones, que el gobierno del Presidente Gaviria convirtió en política pública a través del programa Estrategia Nacional contra la violencia,...