Metodologia

RAZONES PARA LEER: RAZONES PARA VIVIR

Manuel Ángel Vázquez Medel
Catedrático de Literatura Española – Universidad de Sevilla

He de comenzar este recorrido, al que les invito, con una declaración profunda de gratitud al II Simposio Internacional de Universidades Lectoras[1], a las Universidades que forman parte de esta espléndida red, y en particular a mi Universidad de Sevilla(Universitas Litteraria Hispalensis), porque, al hacerme el honor de encomendarme esta ponencia de clausura (que prefiero sea verdaderamente lectio, acto de lectura en el que entretejeré, en polifonía, la mía con algunas grandes voces), me invitan a abrir mi corazón y mi mente desde los dos horizontes que mejor definen mi propia realidad, mi propia vocación: la Universidad y la Lectura. He tenido la inmensafortuna de poder convertir mi vocación (que es llamada imperativa) en profesión (la profesión por antonomasia, puesto que -no en vano- se nos llama “profesores”), y profeso con pasión el amor por el saber (que es conocimiento al servicio de la vida) y el amor por la lectura, que es una de las principales fuentes del saber. Bien es cierto que prefiero, al de profesor, el apelativo -en clave modestay menor, sin pretensiones- de maestro, puesto que el magíster es aquél que no sólo contribuye a que sus discípulos (es decir, quienes se nutren de su saber) sepan más, sino a que sean más. Y que, al ser más, experimenten esa gaudium essendi[2], esa alegría o gozo de ser que nada ni nadie nos puede arrebatar, y que se experimenta con radicalidad en la lectura. Reivindicamos así, más que unacultura y una vida orientadas hacia el tener, la experiencia de una orientación hacia el ser concreto que somos, en la línea en su día planteada por Eric Fromm[3]. Porque si el libro puede ser cosificado, mercantilizado, convertido en objeto de comercio, en valor de cambio, la lectura, por ser personal e intransferible, se sustrae a la transacción económica y se experimenta como un valor de uso. Y esuna vía extraordinaria para transitar los caminos de la vida en la búsqueda de sentido (V. Frankl[4]) que nos hace humanos.
En estos días he pensado mucho en el sentido de los veinticinco años de dedicación ininterrumpida a la Universidad, que cumplí en octubre de 2005, y en el paréntesis de mi dedicación actual[5], que siempre he procurado desempeñar desde la libertad, el rigor, la independencia,el valor y el amor por la verdad que se nos infunde desde nuestra Alma Mater, desde esta madre nutricia que debe ser la institución universitaria (no en vano pedí a nuestro Rector que fuera él quien me presentara en el primer gran acto público en el que ofrecí las grandes líneas programáticas de la puesta en marcha del Consejo Audiovisual de Andalucía).
He pensado mucho –digo- y encuentro quetodo cuanto me justifica se resume en una voluntad constante de mantenerme fiel a una de las experiencias vitales que más feliz me hacen -la lectura- y procurar a los demás el único placer intenso que ni es pecado ni engorda, por más que la historia de la lectura haya sido también una historia de coartaciones y censuras, de control de la mente, puesto que leer nos hace libres, y nada hay máspeligroso para los poderosos del mundo que tenérselas que ver con hombres y mujeres libres. Y aún hoy hay colectivo que siguen manteniendo índices de “libros prohibidos”. Emilio Lledó –y me permito desde aquí rendirle gratitud y homenaje- lo ha dejado claramente expuesto con hermosas palabras: “Si nos acostumbramos a ser inconformistas con las palabras, acabaremos siendo inconformistas con los hechos.Ambas actitudes son, sin embargo, formas de libertad. Y la libertad no admite conformismo alguno (…) Conformarse es perder, en parte, la forma propia para sumirse, liquidarse en la ajena”. Frente al conformismo, Lledó postula que la única manera de ser personas, seres autónomos y reales, es a través de la posibilidad de desarrollar un pensamiento propio y autónomo por muy modesto que sea: “Un...