mi ruta

Quiero comenzar esta colaboración comentando una nota de Nurit Martínez del universal y que verdaderamente me causó asombro y por que no, preocupación. La nota titulada: “Universidades desperdiciaron 145 mil alumnos en cinco años”, señala que durante los primeros cinco años de este milenio, las universidades mexicanas “dejaron perder” 145 mil 270 jóvenes, que desertaron de las institucionesde educación superior, lo que significa “un enorme desperdicio” en la formación de profesionales. Y que además entre 2000 y 2005 hubo un incremento de 48.18% (70 mil 851) en el número de profesionales egresados de 19 carreras, pero en ese mismo periodo desertaron más del doble de alumnos, es decir, 145 mil 270.

Esto según datos de un estudio de la UNAM, realizado por el investigador Roger Díazde Cossío quien asegura que el “enorme desperdicio de jóvenes” es propiciado por la rigidez de los programas. Según el investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM y ex subsecretario de Educación Pública, advierte en Licenciados e ingenieros: el desperdicio y la variedad, que en los primeros cinco años del milenio México concentró 80% de la formación profesional en ingenierías, cienciasde la salud, educación, derecho, contaduría y administración. Lo anterior significa, según el experto, “una enorme concentración en sólo seis áreas”. Por lo que la nota asegura que ni las universidades ni la SEP han podido modificar los dos principales motivos por los que los jóvenes eligen una carrera: “Porque me gusta y mis amigos me dicen que está padre, o porque sus progenitores piensan quetiene buen mercado de trabajo”.

A partir de una tasa de eficiencia de 60%, señala que esto significa que de los 363 mil 175 alumnos que habrían ingresado a las universidades, 145 mil 270 las habrían abandonado.

“Algunos de ellos serán pasantes toda su vida... debido a la falta de flexibilidad (de las universidades). Si alguien se sale, pierde todo lo estudiado y no puede aplicar lo que sabe aotro estudio. El alumno entra a una carrera y de ahí no puede salirse más que terminando los estudios o, si no le gusta, perdiendo lo estudiado”.

Por tal razón, y ante tan representativas cifras, decidí escribir este artículo sobre lo que llamamos la ruta profesional, gracias también a la inspiración de un blog de M. Tedesco y la inquietud de saber si mi curriculum puede o no serme útilcuando se requiera. Si me pongo en lugar del blogger y en el de otros tantos lectores de su sección, creo que viendo el extracto de mi currículum, seguramente también pensaría que quien escribe este artículo es un pretencioso, en este caso yo.

Seguramente habrán leído algunos de mis artículos publicados en anteriores gacetas, y quiero señalar que no escribo sobre mi currículum académicosino sobre mi experiencia y la de otros, pero en vista de que creo entender lo que el sr. Tedesco quiere expresar, les comparto un poco de mi Ruta Profesional, la cual es conocida por los compañeros cercanos; y al igual que él y muchos otros profesionistas, comencé a trabajar desde muy pequeño, a los 8 años, haciendo trabajos de limpieza de latas donde se hornea el pan y vendiéndolo a algunasamistades cuando no era entregado en las tiendas.
Habiendo terminado el primer año de secundaria trabajé en una ferretería durante los tres siguientes veranos, donde tomé gusto por atender a los clientes y no, por el trabajo físico; razón por la cual estudié con ahínco para que no se cumpliera la lapidaria amenaza de mi padre: “ Si no te gusta la escuela, te saco de ella y te pongo a trabajar”.
Enesos años, la escuela donde estudiaba, enseñaba inglés con un buen nivel y además tuve la oportunidad de tomar algunas clases de alemán como idioma opcional con un tío que lo había aprendido cuando trabajaba en volkswagen. Sin embargo, decidí no tomarlo más seriamente, error que unos años después me cobraría factura, pero también error que nunca más volvería a cometer.
Después de haber...