Mirada Existencial, de adentro hacia afuera y de regreso

Miguel Palacios
Filosofía
Mirada Existencial, de adentro hacia afuera y de regreso
Recuerdo que siendo muy pequeño, escuchaba las historias sobre la posibilidad del apocalipsis: la explosión del sol, los agujeros negros, los meteoritos, el cambio climático, etc. Desde pequeño comprendí que el ser humano estaba condenado a la extinción sea esta causada por sí mismo o por algún factor externo.Al mismo tiempo también me di cuenta de que la vida estaba determinada por la muerte y ahí era cuando todo empezaba a perder sentido ¿Cuál es el propósito de sobrevivir si tarde o temprano se llegará a un fin? Claro está que en mi mente de infante aún podía responder a esta cuestión cobijándome en los dogmas cristianos que me fueron enseñados desde temprana edad. Rezaba todas las noches para quese nos otorgara otro día más de vida, otra oportunidad de cambio, un futuro y si era posible, la vida eterna en el paraíso junto con toda mi familia y amigos. Años después, siendo ya un adolescente en plena reconstrucción de criterios, dejé a un lado mi herencia cristiana y me enfrenté al vértigo del desamparo, empecé a cuestionarme todo lo que se me enseñó hasta ese momento. No únicamente me dicuenta de que mi vida carecía de un sentido real, también descubrí que estaba rodeado de extraños, es decir, estaba solo.
Aún en mi vida cotidiana, hay momentos en los que siento que me desdoblo y miro desde fuera mi vida y no llego entender como he llegado a ese u otro punto. Sólo me miro y me doy cuenta nuevamente de que soy lo que soy en ese ahora. Si el pasado y el futuro no existen ¿Qué medetermina? Me siento entonces en una encrucijada, donde me doy cuenta de que la forma en la que vivo sigue una estructura determinada por factores fuera de mi cuerpo y fuera de mi control ¿O será realmente así? ¿O seré realmente libre? Sartre dice que el ser humano está condenado a ser libre, a partir de esta idea vienen a mi cabeza muchos recuerdos de mis instrucciones católicas, donde se me enseñóque efectivamente el ser humano era libre de tomar sus propias decisiones. Sin embargo, la tradición católica me ofrecía la libertad como un arma de doble filo. Uno es libre hasta cierto punto, un límite marcado por las leyes de Dios e ir más allá de eso es “libertinaje”. Para empeorar las cosas, se me enseña que ir más allá de esas leyes es pecado y el pecado me conduciría a una eternidad desufrimiento en el infierno.
Pero si quito a Dios, sus leyes y su infierno ¿Qué me queda?
Vuelvo la mirada a mí y siento aún más miedo. Me doy cuenta de que soy más libre de lo que imaginaba. Con tanto poder en mis manos ¿Qué podré hacer? Es ahí cuando entiendo las palabras de Sartre. La libertad es una condena porque no se puede elegir ser o no ser libre. El ser humano es libre de poder tomardecisiones. Yo soy libre de poder tomar mis decisiones, pero esto también me hace responsable de la consecuencia de mis actos. Pero precisamente ¿Quién juzgará mis actos más allá de mi mismo? Por eso es que al mismo tiempo, cuando dejo a un lado la herencia dogmática o cualquier estructura predeterminada de legalidad, me doy cuenta de que el humano individual carece de valores verdaderos. Y es ahícuando la angustia acrecienta, porque caigo en cuenta de que los valores no tienen un verdadero sustento más allá del que cada uno les ha dado. He ahí también que Sartre consideraría que una persona ha negado su libertad cuando fundamenta sus valores en Dios. Hoy en día podría decir lo mismo respecto al Estado o la sociedad. El ser humano niega su libertad al fundamentar sus valores en la tradición,en la ley, etc.
Por eso es que Dios no es necesario cuando existen los otros. Sartre también diría en su obra de teatro “A puerta Cerrada” su famosa frase “El infierno son los otros”. En este punto tengo un retorno a mi vida para darme cuenta de que cada ser humano es determinado por su prójimo. Son los otros los que me juzgan, son los otros los que me miran, son los otros que me hablan....