mision de la universidad
2.2.2. Absolutez y relatividad del conocimiento
a. El problema: las variables del cognoscente y la relatividad de lo conocido
En el sujeto que percibe la realidad intervienen numerosos elementos de relatividad y
variabilidad: la edad, la educación, el temperamento, el ambiente moral, la capacidad intelectual, el lenguaje y la cultura, la salud, los sentimientos, la voluntad, etc.
Por ejemplo, hoy por hoy, los europeos consideran inmoral la pena de muerte,
mientras que muchos europeos de hace dos siglos la aceptaban con naturalidad. Las
diversas épocas históricas nos hacen cambiar de ideas.
¡Cuántos factores subjetivos influyen en nuestro conocimiento! Como han revelado las ciencias
psicológicas y filosóficas, el hombre siempre está interpretando la realidad; no puede nunca
tener una visión puramente neutral, objetiva, imparcial de lo que conoce. «No hay hechos; sólo
interpretaciones».
Si pidiéramos a nuestros compañeros de clase que describieran un evento –una
noticia, un accidente, un problema social–, nos percataríamos en seguida de las diferencias en el modo de presentar los mismos hechos. Al final, ¿no dependerá todo
lo que conocemos de las mudables condiciones del sujeto?
Por su parte, el objeto del conocimiento –cosas, personas, épocas históricas, valores, ideas…–
también cambia. Al parecer, no podemos conocer establemente una realidad que permanece
constantemente inestable. Como decía el filósofo presocrático Heráclito, «todo fluye» y «nadie
puede bañarse dos veces en el mismo río» (dado que el agua del río ya no es la misma). El objeto
del conocimiento cambia como cambia el agua del río.
¿Podrá un sujeto, que está constantemente cambiando, conocer de manera objetiva e inmutable
algo que en sí mismo es tan mutable como el mismo sujeto? Aclaremos, ante todo, el significado de los términos de la cuestión. Por conocimiento o verdad absoluta entendemos el conocimiento
o la verdad independiente o “libre” (soluta) “de” (ab) las condiciones subjetivas del cognoscente,
como son la educación, la cultura, la edad, la salud, las experiencias del pasado. Verdad
“absoluta”, en este contexto, es sinónimo de verdad objetiva, es decir, “lanzada” (jectum) “delante” (ob): lo que se halla enfrente de nosotros sin que haya sido proyectado por nosotros.
Un conocimiento absoluto u objetivo es aquel cuyo contenido es universalmente válido para
todos los hombres y para todas las épocas.
El conocimiento o la verdad relativa, en cambio, dependen totalmente de las condiciones del sujeto y no resulta válido para otras personas, culturas o épocas históricas. Es subjetiva –“lanzada”
(jectum) “debajo” (sub) del sujeto–.
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VERDAD OBJETIVA
VERDAD RELATIVA
contenido universalmente válido
depende de las condiciones del
sujeto
válido para todos los hombres y
todas las épocas
no es válido para otras personas,
culturas o épocas
¿Podemos alcanzar verdades objetivas o absolutas? ¿O todo lo que conocemos es subjetivo y relativo debido a la variabilidad del sujeto y a la relatividad de los objetos del conocimiento? He
aquí la cuestión.
b. Conocimiento objetivo y verdad absoluta
Podemos reconocer al menos dos fenómenos de la experiencia ordinaria en que destaca la
tendencia de la inteligencia hacia la objetividad del conocimiento, es decir, hacia la posesión de
verdades absolutas, universales, invariables: el fenómeno cognoscitivo y el fenómeno de la
comunicación.
El fenómeno cognoscitivo. Cada vez que predicamos algo concreto de algo (por ejemplo, «hoy
hace calor»), afirmamos implícitamente cómo son las cosas, pues ya reconocemos tres
verdades implícitas en cada juicio –existen las cosas, son ...
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