Mitologia

Visión teológica
El hombre y la mujer son un espejo que refleja una imagen, conviene ver sin distorsiones cómo es para saber la verdadera identidad de la femineidad y de la masculinidad. Son frecuentes últimamente los estudios sobre la mujer, muchos de gran valor, pero pocos se han decidido a hacer un estudio teológico de la femineidad. Abundan los estudios fenomenológicos, mirando a la mujerdesde su desenvolvimiento diario, pero es natural que estos estudios adolezcan de dos problemas: por una parte estar muy influenciados por algún modelo cultural con lo que puede quedar oculto lo más natural y original ante costumbres adquiridas muchas veces muy correctas; por otra parte muchas veces reflejan las desviaciones fruto del pecado tanto en la mujer como en el varón. Por eso es convenienteun estudio de ella desde lo alto, desde lo más original, desde la fuente, sin descuidar el estudio antropológico que incluya la psicología, la fisiología y la sociología. El proceso que pretendemos es mirar desde el horizonte, desde el origen, y luego descender a las manifestaciones culturales, especialmente en occidente.

Se puede decir que una característica de nuestro tiempo es un cambioacelerado en la concepción de la mujer y por tanto del varón en sus roles característicos, y por tanto su relación a la sociedad. No pocos sectores experimentan una sensación de cambio en la identidad de la mujer que si bien da una satisfacción de avanzar hacia una situación que se piensa mejor que la anterior superando los modelos patriarcales, de otra proporciona frustraciones de hondo calado. Elcambio necesita una orientación para que no degenere en frustración. En pocos momentos de la historia se ha tenido un espíritu tan abierto al cambio positivo, lo que no excluye los modelos negativos por insuficiencia de su análisis antropológico. Se puede decir que se da una conciencia de realidades positivas, y otras desbrujuladas, y también, a mi juicio, realidades degradantes que van más alláde los fracasos personales y son el fruto emergente de antropologías negativas.

Por otra parte, faltan estudios sobre la masculinidad como si hubiese un miedo al machismo, o se pensase que tantos años de prevalencia del varón ya fuesen la última palabra sobre este modo de realizarse el ser humano que es la masculinidad, y pienso que no debe ser así. No es posible el conocimiento de lafemineidad sin conocer mejor la masculinidad, porque son dos fenómenos humanos que se explican mutuamente.

El primer paso para comprender mejor la femineidad y la masculinidad es partir de que varón y mujer son seres humanos iguales, es más la luz definitiva sobre la identidad humana es que ambos son "imagen de Dios" (Gen1,27). Esta afirmación del Génesis remonta el ser del hombre al Dios uno, Espírituperfecto y puro. De ahí surge la consideración de que todo ser humano, sea varón o sea mujer, tiene una dignidad fundamental, es alguien ante Dios y para siempre como señala Cardona, siguiendo y superando los pasos de Kierkegaard, es un ser inteligente hecho para la verdad, es libre con una libertad que encuentra su sentido en amar con plenitud, es un ser inmortal que encuentra en la vida eternaen Dios su plenitud y el sentido del discurrir temporal. Hasta aquí, hombre y mujer no se distinguen sino que tienen una igualdad esencial.

Pero se puede dar un paso más. Varón y mujer son claramente distintos. Comprender esa diferencia es vital, y, para comprender mejor, propongo remontarnos a la intimidad de Dios mismo, de quien toman la igualdad y la diferencia. Dios es Uno y Trino enPersonas. Esta realidad de la intimidad divina no se puede descuidar a la hora de estudiar al ser humano, pues el hombre y la mujer son imagen también de la Trinidad. Las operaciones inmanentes de la Trinidad son participadas por el ser humano, su vida íntima se refleja en el actuar interior de varón y mujer, como señala San Agustín en sus analogías psicológicas; también en su diferencia sexual. La...