Momo.

Momo.
Michael Ende.
Hace milenios había grandes ciudades, con unas calles pintorescas, templos dedicados a los dioses, mercados y plazas, pero sobre todo teatros. Teatros griegos, algunos redondos, otros ovalados.
Eso fue antes, ahora esas viejas y grandes ciudades solo son grandes, templos y palacios se han derrumbado y únicamente quedan aún, entre edificios nuevos algunas ruinas de losteatros.
En una de esas ciudades transcurrió la historia de Momo.
A las afueras de la ciudad se encontraban las ruinas de un teatro, que ni siquiera en la antigüedad había sido uno de los más ostentosos, solo la gente de los alrededores y algunos arqueólogos sabían de su existencia.
Cierto día se corrió el rumor de que en las ruinas vivía una niña, cuyo nombre era Momo. Era pequeña y bastanteflaca, con un cabello negro y muy enmarañado.
Cuando las personas fueron a ver si lo que se decía era cierto, la encontraron allí; le hicieron muchas preguntas, ¿cuál era su nombre?, ¿por que vivía ahí?, ¿Tenia padres?; a lo que Momo respondía sin inconvenientes. Al final decidieron que entre todos cuidarían de ella y comenzaron a construirle una pequeña casita donde pudiera vivir.
Momo pensaba quetenía mucha suerte de haber encontrado gente tan buena, que la cuidara, alimentara y fueran sus amigos.
Pero las personas también empezaron a necesitarla y preguntarse cómo habían podido vivir antes sin ella, pues siempre había alguien hablando con ella, cada vez que alguno tenía un problema recurría a Momo; y no porque ella fuera muy lista o diera buenos consejos, sino porque ella sabía escuchar.Sabía escuchar como solo los niños saben hacerlo, con toda su atención y simpatía, lograba hacer que cualquiera viera y encontrara por si solo las soluciones a sus problemas, sin tener que decir absolutamente nada.
Las personas recurrían a ella para solucionar cualquier tipo de conflictos, desde una severa pelea entre dos hombres hasta un pequeño canario que no quería cantar.
Momo tenía dosgrandes amigos, por sobre los demás, que iban a visitarla todos los días y compartían con ella todo lo que tenían. Uno de ellos era viejo y el otro joven.
El viejo se llamaba Beppo Barrendero y era barrendero de profesión. Algunos pensaban que le faltaba algún tornillo, pues cuando le preguntaban algo él solo sonreía, pero lo que en realidad pasaba es que se quedaba pensando en la respuesta, enocasiones tardaba dos horas en contestar, otras incluso un día, esto debido a que no quería responder más que la verdad. Pues pensaba que todas las desgracias del mundo ocurrían debido a las mentiras, tanto las dichas a propósito como las involuntarias.
El otro amigo de Momo era joven, un guapo muchacho de ojos soñadores, repleto de chistes y bromas. Se llamaba Girolamo Cicerone, pero todos lollamaban Gigi.
Ninguno de los tres se daba cuenta dela gran sombra que crecía, obscura y fría por la ciudad.
Nadie veía a los hombres grises que recorrían la ciudad, pero no eran invisibles, se les veía y al mismo tiempo no, eran de algún modo misterioso capaces de pasar desapercibidos. La gente que los veía olvidaba sus rostros y su presencia.
Circulaban por las calles en elegantes coches grises,iban vestidos con trajes color gris, incluso sus caras parecían ser de cenizas grises; llevaban siempre un maletín gris y fumaban puros grises.
Tiempo era lo que buscaban los hombres grises, ellos se habían hecho sus planes con el tiempo de los hombres. Eran planes trazados muy cuidadosamente y con gran previsión.
La gente de pronto tenia días malos, en los que se preguntaban ¿qué hacían de suvida?, ¿en qué gastaban su tiempo? Al hacerse esas preguntas inmediatamente aparecía un carro lujoso, gris, de el bajaba uno de los hombres grises; y se sentía frío.
La conversación siempre versaba igual: -Vengo de la caja de ahorros del tiempo. Sabemos que quiere abrir una cuenta de ahorros en nuestra entidad-.
A pesar de las dudas de las personas, estos hombres grises hacían cuentas de todo...