Monseñor Romero

Monseñor Romero en sus homilías no hablaba de si mismo hablaba de Dios. Sus palabras dejaban entrever sus sentimientos. Vamos a acercarnos al corazón de Monseñor y a conocer los rasgos más importantes de su personalidad.
Monseñor Romero era tímido, el mismo lo decía: Le costaba mirar a los ojos de las personas con quienes estaba platicando, miraba hacia el suelo. Era, también, gente de pocaspalabras. Su carácter introvertido no facilitaba la confianza y el acercamiento.
Con sus colaboradores más cercanos con quienes tenía más confianza se enojaba y luego pedía perdón. El mismo reconocía estos defectos.
Esto nos muestra que Monseñor tenía sus defectos, era un ser humano como todos. Pero también tenía la capacidad de reconocer con sinceridad eso. Parecía mentira que aquella personacallada y reflexiva, tímida, fuera la misma que ahora predicaba con tanta seguridad. Era el Monseñor que todos escuchábamos y conocíamos.
Bueno es saber que detrás de aquellas palabras proféticas estaba una persona humana, de corazón y sentimientos, alguien que con la misma urgencia con que exigía cambios en el país se exigía a si mismo.
Monseñor Romero tenía muchos amigos, aquellas personas máscercanas a él.
Mantengo una posición de que no estoy confrontándome con nadie, sino que estoy tratando de servir al pueblo. Y el que este en conflictos con el pueblo si estará en conflictos conmigo. Pero mi amor es el pueblo y desde el pueblo pueden ver, a la luz de la fe y del mandato que Dios me ha dado de conducir este pueblo por los caminos del evangelio, quienes están conmigo y quienes noestán conmigo, viendo simplemente las relaciones con el pueblo.
Ofender a los pobres era ofender a Monseñor Romero. Para ser amigo de Monseñor no había otro camino que ser amigo del pueblo. Este lugar privilegiado que los pobres ocupaban en su corazón no se traducía en exclusividad e intolerancia. Cuando le acusaron de ser obispo de los pobres y no el obispo de los ricos, el respondió:
Los amo atodos y es mi misión, amarlos para salvarlos. En mi corazón no cabe exclusión, hermanos, quiero decírselo con franqueza.
Monseñor no le gustaban los títulos y la diplomacia, el protocolo y los actos “oficiales”. EN todo eso se respira la hipocresía, alejarse del pueblo
Decir Monseñor ya todos sabemos lo que estamos diciendo, estamos pronunciando el nombre de una de las personas que más ha amado alpueblo. “Así, como hermano, como amigo, como quiero ser considerado en mi ministerio”.
“Se me horrorizo el corazón cuando vi a la esposa con sus 9 niñitos pequeños”. “Ya me duele e alma de saber cómo se tortura a nuestra gente” Estas expresiones de Monseñor Romero reflejan su sensibilidad. Un corazón colmado de humanidad. Si algo le molestaba a Monseñor era que oigamos hablar de los sufrimientosde los pobres como quien oye llover:
Hermanos, esto me preocupa: la sensibilidad que se está sembrando. Se catean cantones, casas, se atropella gente, desaparece gente y parece que esto va siendo ya lo más natural.
Monseñor Romero se acerco y sus ojos vieron de cerca el sufrimiento de los pobres, su corazón sintió y se conmovió. Cuando algo grave sucedía, Monseñor Romero se acercaba al lugarde los hechos para consolar a las víctimas y darse cuenta del mal.
Seis meses de caminar por el calvario de la Iglesia de la arquidiócesis recogiendo muertos, consolando hogares, gritando no a la violencia.
Y es importante hacer notar que Monseñor no solo visitaba las sedes parroquiales, el centro de la parroquia. Iba a los cantones, donde quizá ningún obispo visito antes. Se acerco a los lugaresmás retirados y más marginados. A los poderosos les molestaba esta cercanía de Monseñor con su pueblo. En una ocasión le acusaron de visitar los catones para propagar la subversión, el respondió:
Es cierto que he andado yo por El Jicarón, El Salitre y muchos otros cantones.
En sus visitas pastorales Monseñor conoció de cerca al pueblo, dialogo con los pobres y compartió sus alimentos, sus...