Montesori

En el capítulo 27 del libro “La mente absorbente del niño”, la autora María Montessori plantea que “la educadora debe concentrarse en el ambiente, en vez de dejarse distraer por la agitaciónde los niños. Siendo la primera preocupación de la educadora: el orden y cuidado del material para que sea siempre bello, reluciente y este en un estado perfecto”
A través de lo observado enel jardín, se puede dar cuenta que este punto es fundamental ya que un ambiente limpio y ordenado propicia el orden interno de los niños, haciendo que, a su vez, estos contribuyan en elorden externo (salón), guardando el material cada vez que lo dejaban de utilizar, botando los papeles en el basurero, guardando las alfombras en su correcto lugar, entre otros. Del mismomodo, las mediadoras o educadoras, también contribuían al orden armónico del salón, dando el ejemplo al resto de los niños.
En cuanto a los movimientos, “la educadora o mediadora deberáestudiarlos y hacerlos gentiles y graciosos al máximo”, ya que serán los movimientos que realice, la forma en cómo invite al niño a trabajar y el atractivo del material, lo que motivará a éste atrabajar, haciendo que adquiera nuevos conocimientos y habilidades.
Ya se ha revisado cómo la educadora debe mantener el ambiente, los movimientos que debe hacer, pero ¿qué plantea MaríaMontessori con respecto al afecto? “Las demostraciones de afecto que se multiplican al multiplicarse las acciones perturbadoras del niño, serán para él como una serie de electroshocks, que conel tiempo ejercerán su efecto”
Este punto sólo lo he observado en el modelo Montessori, ya que en la mayoría de los jardines con otras modalidades, las educadoras tienden a castigar a niñosturbulentos, sentándolos en una silla, regañándolos o cambiándolos de lugar. Sin embargo, una educadora montessoriana debe ser muy paciente con el niño ya que su enseñanza se fundamenta...