Movimiento estudiantil
(Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1925)
TLATELOLCO, 68
1
Nadie sabe el número exacto de los muertos,
ni siquiera los asesinos,
ni siquiera el criminal,
(Ciertamente, ya llegó a lahistoria
este hombre pequeño por todas partes,
incapaz de todo menos del rencor.)
Tlatelolco será mencionado en los años que vienen
como hoy hablamos de Río Blanco y Cananea,
pero esto fue peor,aquí han matado al pueblo:
no eran obreros parapetados en la huelga,
eran mujeres y niños, estudiantes,
jovencitos de quince años,
una muchacha que iba al cine,
una criatura en el vientre de sumadre,
todos barridos, certeramente acribillados
por la metralla del Orden y la Justicia Social.
A los tres días, el ejército era la víctima de los
desalmados,
y el pueblo se aprestaba jubiloso
acelebrar las Olimpiadas, que darían gloria a México.
2
El crimen está allí,
Cubiertos de hojas de periódicos,
con televisores, con radios, con banderas olímpicas.
El aire denso, inmóvil,
elterror, la ignominia.
Alrededor las voces; el tránsito, la vida.
y el crimen está allí.
3
Habría que lavar no sólo el piso: la memoria.
Habría que quitarles los ojos a los que vimos,
asesinar tambiéna los deudos,
que nadie llore, que no haya más testigos.
Pero la sangre echa raíces
y crece como un árbol en el tiempo.
La sangre en el cemento, en las paredes,
en una enredadera: nos salpica,nos moja de vergüenza, de vergüenza, de vergüenza,
Las bocas de los muertos nos escupen
una perpetua sangre quieta.
4
Confiaremos en la mala memoria de la gente,
ordenaremos los restos,perdonaremos a los sobrevivientes,
daremos libertad a los encarcelados,
seremos generosos, magnánimos y prudentes.
Nos han metido las ideas exóticas como una lavativa,
pero instauramos la paz,consolidamos las instituciones;
los comerciantes están con nosotros,
los banqueros, los políticos auténticamente
(mexicanos,
los colegios particulares,
las personas respetables.
Hemos destruido la...
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