México Persona

Evolución del personaje femenino en la novela mexicana by Samuel G. Saldívar Review by: Magdalena Maiz Hispania, Vol. 69, No. 3 (Sep., 1986), pp. 552-553 Published by: American Association of Teachers of Spanish and Portuguese Stable URL: http://www.jstor.org/stable/342750 . Accessed: 12/02/2013 09:59
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HISPANIA 69 SEPTEMBER 1986

contrapunto al examinar la representaci6n de la conquista por loscronistas europeos en contraste a la visi6n indigena de la misma. Amadorve en el cronista europeo el productorde la maquinaria te6ricajustificativade la clase dominante. Pero si bien sus argumentossobre la ideologia cronistica suelen ser convincentes, sus ideas sobre las obras testimoniales indigenas resultan simplistasy superficiales. Para Amador, la diferenciafundamentalentre la visi6n de losvencidos y la de los vencedores estriba en el concepto de la autenticidad.La representaci6n de la conquista por los escritores europeos se caracteriza por la falsificaci6nsistemitica de la realidad,la del indio, por la autenticidad expresiva: "Es evidente que aqui el cronista indio estai representando la esencia misma de su conocimiento de la realidad, no recreando un mito determinado"(25). Sinembargo, al privilegiarla visi6n del indio como mis legitima se cae en una evidente ingenuidadepistemol6gica en tanto que toda interpretaci6n discursiva se constituye mediante una organizaci6ninevitablemente subjetiva e ideol6gicamente mediatizadade la realidad.Un andlisisque contrastarala ideologia indigenista que se encuentra en las obras de indios y mestizos (Guaman Poma,PachacutiYamqui,Titu Cusi, Fernando de Alva, y el mismo Garcilaso)con la de los colonizadores tal vez hubiese dado resultados mis substanciosos. El tercer capitulo es el tinico del libro que presenta un anilisis detenido de los Comentarios reales. Amador ve en el texto del Inca la recreaci6n del mito europeo sobre el indigena. Ese mito, tal y como ella lo define en el capitulo anterior, consiste en ver al indiodentro de una "estructura colonizante" que lo convierte en un ser ut6pico a la misma vez que inferior. De acuerdo a la autora, Garcilaso parte de la hip6tesis de que el indio no era ni bestia ni hombre, sino un ser imperfecto al que habia que elevar al grado de civilizado por medio de la evangelizaci6n. Este tipo de afirmaci6nes representativo de dos de los defectos mis serios del libro:laparcialo superficial lectura del texto del Inca, y un concepto demasiado limitado de la ideologia de la 6poca que pretende elucidar. Garcilaso explica, en el capitulo quince, que el papel de los Incas en la trayectoria hist6rica peruana fue el de civilizar las tribus salvajes en preparaci6n para la recepci6n de la fe cristiana. La labor civilizadoray la evangelica se conciben como dos procesoscomplementarios aunque independientes. Al insistir en los papeles andlogosde Roma y Cuzco, el Inca subraya que el imperio incaico, desatanto como el romano, representa el mAximo rrollo naturalque puede lograruna sociedad huma-. na. Garcilasoconcibe el incario en funci6nde praeparatio evangelica, tal y como define el concepto el historiador cristiano Eusebio de Cesarea-la civilizaci6n como componente...