Nada
La nada es siempre parte del todo. Es como su sombra. No puedeabandonarlo, aunque al no hacerlo, traicione su naturaleza. Una cruz pesa sobre su espalda transparente, porque a pesar de su inexistencia, se sabe parte de algo. Y está siempre al borde, aunque nuncatantea las fronteras. Se mueve entre los límites, porque cuando los roza, los desborda. ¡Condenada nada!. Llamada a deshacer todo lo que nunca toca.
El horror al vacío llenó prácticamente todos losespacios del pensamiento. En Arte y en Ciencia, funcionó como principio explicativo o como heurística negativa. Aristóteles negaba su existencia (la de la nada, no la propia ya que él era fiel a suprincipio de tercero excluido), afirmando que la Naturaleza lo aborrecía (al vacío, que no a él). ¿Pero, cómo se puede odiar lo que no tiene ni espacio ni tiempo?. Pascal se burlaba de la cuestión,preguntándose si la Naturaleza tenía menos horror al vacío, en lo alto de una montaña, al experimentar con un barómetro. No está de más aclarar que su burla materialista no poseía una correspondenciafilosófica. En su sistema la nada determinaba, junto al infinito, la imposibilidad de un conocimiento completo.
Para conjurar ese horror al vacío, algunos antiguos inventaron el cero. Intentaronreducirlo a un valor neutro. Lo manipularon sin inconvenientes utilizando sumas y restas. Pero cuando quisieron dividirlo, la indeterminación les estalló en las manos. Sin posibilidad de solución, ni siquieraen el campo de los números imaginarios, solo quedó flotando una resignada ignorancia. El vacío superó a la imaginación. Un límite más en el otrora perfecto mundo de las matemáticas.
La nada se...
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