Nada

La Reforma Constitucional de Seguridad y Justicia en México
En marzo de 2008 se aprobó por una amplia mayoría la iniciativa que implicaba una reforma constitucional al sistema de justicia penal en nuestro país; aprobada por el Congreso de la Unión y ratificada por los Congresos de las distintas entidades del país se “empujó” la entrada en vigor de una nueva forma de substanciar el procedimientopenal, una nueva forma de concebir la impartición de justicia, una nueva forma de entender a un procedimiento penal altamente inquisitivo a uno de corte garantista, emulando -al menos en una concepción doctrinal- el camino que al respecto siguen en sociedades consideradas hoy como modernas y de primer mundo.
Efectivamente era necesario este cambio de rumbo en materia de justicia, con una visiónque databa de 1917 cuando en México ni se pensaba en la segunda guerra mundial, no había televisión ni líneas telefónicas, hacía tiempo se percibía el hartazgo ciudadano, expresiones cada vez más preocupantes de pueblos enteros “haciendo justicia por propia mano”; la clara desconfianza en las autoridades; el incremento de conductas de alto impacto social; el conocimiento de que servidorespúblicos estaban ligados y participaban activamente en grupos criminales; a la par corporaciones policiacas mal pagadas, sin preparación para la tarea de proteger, muchas veces sin una formación siquiera básica; violaciones flagrantes a las garantías procesales tanto de los probables responsables como de las víctimas; actuaciones poco claras y entendibles para la mayor parte de los ciudadanos que seatrevían a denunciar; las marchas ciudadanas donde abiertamente las expresiones de coraje, impotencia, frustración, ira, inconformidad social desbordaban en los escritos de las mantas que se portaban; la lista puede extenderse más, el punto es que todo ello llevó al Estado mexicano a una necesaria retrospección, era de urgente necesidad mover el timón, sentar las bases para recuperar la confianzaciudadana, generar la percepción de un interés real del Estado por afrontar el fenómeno de la criminalidad, y modificar aunque lentamente la opinión generalizada en la colectividad de inactividad ante el problema.
Esta importante reforma importó diez artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, siete de ellos (16 al 22) sobre la material; el 73 sobre las facultades delCongreso de la Unión; el 115 sobre el desarrollo municipal; y, el 123 en materia laboral.
Los objetivos de la reforma son pues -entre otros- 1) garantizar el debido y justo proceso penal de los imputados de un delito; 2) garantizar la asistencia, protección y restauración a las víctimas y ofendidos por el delito, así como su efectiva participación en el proceso penal; 3) eficiencia y eficacia delproceso; y, 4) recobrar la confianza ciudadana en sus autoridades y en quienes operan el sistema de justicia penal.
Conforme a la reforma y según señala el artículo 20 constitucional, el proceso penal será acusatorio y oral, se regirá por los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación; en sus principios generales se establece por objeto el esclarecimientode los hechos, la protección del inocente, el abatimiento de la impunidad y la reparación del daño causado por el delito; la publicidad del juicio que implica la transparencia tan anhelada, la “igualdad de armas” entre las partes en litigio, a la vista de todos, con la posibilidad de que al término de esa misma audiencia de dicte la sentencia que ponga fin a la controversia, basado en el principiode la concentración y por supuesto de la continuidad e inmediatez; habrá excepciones, pero serán las referentes a delitos cometidos por la delincuencia organziada y aquellos señalados por la norma como graves.
Pero bueno, este esfuerzo del Estado por darle una cara distinta al proceso penal y por supuesto matizar las opiniones que han tomado fuerza entre la sociedad, académicos y los propios...