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Un joven de 15 años de edad, fue ingresado en el hospital por dolor abdominal recurrente y diarrea.
El paciente había estado bien hasta unos 8 meses antes, cuando los episodios de dolor lumbar líneamedia desarrollada, que fueron peores en la mañana y mejora con la actividad y la flexión. Durante los próximos meses, periumbilical intermitente, punzante y dolor abdominal superior izquierda seprodujo, asociado a náuseas y diarrea. El dolor de una vez o dos veces por semana, desarrollado de repente, y duró desde unas pocas horas hasta una semana, pero normalmente 1 a 2 días. El dolor no tienerelación con el comer, no se vio afectada por la posición o el paso de las heces, y no se asoció con náuseas o vómitos. El acetaminofeno proporcionó un alivio leve.
Seis semanas antes de lainternación, el paciente vio a su pediatra para un examen de seguimiento relacionada con la obesidad. El paciente tiene el dolor abdominal a los 6 a 7 en una escala de 0 a 10, con 10 lo que indica el dolor mássevero. Informó que entre los 8 meses y 6 meses antes del ingreso había tenido disminución del apetito y había perdido 4,5 kg, mientras que siguiendo una dieta para bajar de peso, durante los próximos4 meses, su apetito había mejorado, y se había ganado aproximadamente 1,8 kg.

En el examen, la presión arterial era de 136/82 mm Hg, el pulso de 85 latidos por minuto, el peso 88,4 kg, y el índicede masa corporal (IMC, el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros) 28.1. El abdomen era blando y obeso, con ruidos intestinales normales y sensibilidad leve en el cuadranteizquierdo superior y el periumbilical, sin rebote o custodia. El nivel en sangre de dióxido de carbono fue 31,4 milimoles por litro (intervalo de referencia, de 23 a 29), y el recuento de glóbulosblancos era normal, así como los niveles de otros electrolitos, glucosa, calcio, proteína total, albúmina y globulinas y pruebas de función renal y hepática. Otros resultados de ensayo se muestran en...